El Board Readiness Index (BRI) es una iniciativa del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School en alianza con PwC Chile que busca evaluar, a partir de una encuesta, el nivel de preparación de los directorios respecto a los desafíos de gestión de riesgos y desempeño de criterios medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, su sigla en inglés).
De este modo, tras su primer lanzamiento en 2022, la encuesta BRI se ha repetido a inicios de 2024 apuntando a un universo de 275 empresas, entre las cuales se consideran empresas abiertas en bolsa, cerradas y estatales. Si bien el universo relevante de empresas no cambió entre la versión 2022 y 2023, en esta segunda edición del Índice BRI se registró un aumento de 70% en el número de empresas de la muestra y de 34% a nivel de respuestas individuales.
Un aspecto que se incluyó en esta nueva versión del índice fue la aplicabilidad de la Norma de Carácter General N° 461 (NCG 461) por parte de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), para lo cual se preguntó directamente a los encuestados respecto de la situación de su empresa. Mientras que un 35% de las empresas mencionó que sí emitirán una memoria anual integrada de manera obligatoria, un 31% dijo que lo haría de manera voluntaria y, por el contrario, un 34% no emitiría.
Por otro lado, el estudio está basado en la teoría de difusión de innovaciones (DOI, su sigla en inglés.) desarrollada por el sociólogo Everett Rogers, la cual describe cómo las organizaciones enfrentadas a procesos de cambio recogen el feedback del entorno para internalizar y crear las capacidades necesarias para actuar de acuerdo a nuevas expectativas.
En este sentido, se postula que al interior de las organizaciones se crea conciencia, se desarrolla interés en base a las nuevas expectativas, se desarrollan competencias y se evalúan, se prueban y finalmente se adoptan estas nuevas prácticas. A partir de esta conceptualización, se ha elaborado el BRI en base a preguntas que buscan medir tres dimensiones.
La preparación de los directorios para enfrentar e implementar criterios ESG se ha vuelto cada vez más compleja a medida que aumentan las exigencias regulatorias, lo cual ha quedado en evidencia en el estudio, no sólo en lo que respecta al cumplimiento, sino que también a la toma de decisiones futuras.
Aquí algunos de los resultados más importantes en los que profundiza el estudio.
Héctor Cabrera, socio de Auditoría de PwC Chile
“La preparación de los directorios para lidiar con los temas ESG ha mejorado solo levemente en relación a nuestro estudio del año anterior, pero hemos podido apreciar que ha habido una gran mejora en los niveles de conciencia al hablar, específicamente, de aquellas empresas que se han sometido obligatoriamente o voluntariamente a preparar memorias integradas. A pesar de las incertidumbres que puedan existir en la alta dirección, la NCG 461 sin duda ha obligado a las empresas a medirse a sí mismas, generando así que exista una mayor conciencia en todos los niveles de la empresa, desde cómo operan hasta qué huellas están dejando”.
Alfredo Enrione, director del Centro de Gobierno Corporativo y Sociedad del ESE Business School
“Por un lado, nos parece preocupante no ver avances significativos en el índice. En promedio las empresas hacen más ESG pero creen menos en ello. Esto nos habla de las tensiones muy reales y contrapuestas que enfrentan las empresas y sus directores. Por otro lado, vemos con entusiasmo que aquellas empresas que reportan según la NCG 461 avanzan más y tienen más convicción de una agenda ESG. La norma ayuda a generar la data, identificar brechas y actuar con conciencia y convicción”