Prepararse para el impacto

En 2023, la industria minera mundial se enfrentó a un reto a la vez inédito y conocido. Los resultados financieros de las 40 principales empresas mineras del mundo se vieron afectados por la caída de los precios de las materias primas y el aumento de los costos. Los ingresos cayeron más de un 7%, a pesar de los aumentos en la producción de materias primas clave, y los beneficios también se redujeron.

2024 promete una continuación de estas tendencias, marcando la primera vez desde 2016 que los ingresos de la industria caerán por segundo año consecutivo. Y una combinación de problemas cíclicos y estructurales obliga a las principales mineras a invertir para crecer y transformarse, incluso cuando los ingresos y los márgenes de beneficio están bajo presión.

La industria minera ocupa un rol único entre las industrias globales. Las principales compañías mineras del mundo están ayudando a alimentar al mundo mientras iluminan el camino hacia un futuro con bajas emisiones de carbono y proporcionan materiales para el desarrollo de infraestructura y las necesidades del consumidor. Estas tendencias estructurales subyacen a la demanda que los mineros deberán enfrentar en un mundo donde el ritmo de cambio y de interrupción se acelera. A medida que aumentan las presiones regulatorias, económicas y sociales, están reinventando activamente sus modelos de negocio para crear valor de nuevas formas, mientras trabajan de manera más efectiva en ecosistemas en crecimiento.

En esta 21ª edición del estudio Mine de PwC, nos enfocamos en cómo la industria está planificando para impactar, reconfigurándose y reinventándose para ser un contribuyente clave al crecimiento. Eso significa destacar el papel vital que juega la minería en un dominio adyacente: cómo el mundo se alimenta a sí mismo. Significa adentrarse en el potencial y los desafíos de la industria complementaria de la minería urbana, es decir, el reciclaje. Y significa aprovechar la tecnología, incluidas las implicaciones revolucionarias de la inteligencia artificial, para avanzar en la productividad, sostenibilidad y seguridad.

En medio del cambiante panorama, las fusiones y adquisiciones (M&A) siguen siendo una estrategia crucial para que los mineros creen impacto. Si bien el número de transacciones disminuyó en 2023, su valor aumentó, al igual que el enfoque en minerales críticos. Pero las transacciones de hoy y mañana no se tratan simplemente de ganar escala. Se trata de adquirir las capacidades y activos que les permitan colaborar con contrapartes en ecosistemas industriales más amplios. Las compañías mineras están formando cada vez más alianzas más allá de los límites tradicionales mientras buscan las habilidades técnicas vitales y colaboran con gobiernos para crear entornos habilitadores.

Resumen financiero 2023

Proyección 2024

En los últimos años, la industria ha enfrentado presiones para invertir en capacidad minera suficiente y producción para satisfacer el crecimiento actual y esperado de la demanda de metales que apoyan la transición energética. Pero los mercados no siempre son completamente eficientes. En 2023, los precios del litio, cobre, níquel y cobalto cayeron bruscamente, debido a que la respuesta desigual de la oferta llegó al mercado mientras el crecimiento de la demanda fue temporalmente estancado. Mientras tanto, el precio del uranio subió, impulsado por el crecimiento en la industria nuclear después de una década virtualmente sin inversiones en la oferta. El precio spot del Uranio (U3O8) se disparó desde menos de $50/lb en 2022 a más de $100/lb a principios de 2024.

Aunque los precios de las materias primas se mantienen muy por encima de los niveles previos a la pandemia, los ajustes por inflación muestran que sólo el carbón y el oro superan significativamente los niveles de 2019 en términos reales. La caída de los precios del carbón, el litio, el cobre y los metales del grupo del platino (MGP) provocó la salida de seis empresas del Top 40, mientras que el repunte de los precios del oro y el uranio impulsó la entrada de otras seis. 

Más allá de la transición energética, que puede avanzar de manera intermitente, persisten tendencias estructurales que respaldan una fuerte demanda a largo plazo de productos básicos. La urbanización y las necesidades continuas de desarrollo de infraestructura en Asia, India y el resto del mundo seguirán absorbiendo la producción de minerales de hierro, cobre y otros productos básicos. Es probable que siga la demanda impulsada por el consumidor a medida que aumenten los niveles de ingresos per cápita.

Un área clave para el crecimiento estructural se puede ver en la producción de alimentos, en la que la minería juega un papel significativo pero a menudo subestimado.

Cómo se alimenta el mundo es uno de los retos fundamentales a los que se enfrenta la sociedad. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de los 8.000 millones de habitantes del planeta, se calcula que al menos 700 millones no tienen acceso suficiente a los alimentos. Y según el Foro Económico Mundial, 16 países tienen niveles de hambre muy elevados. Para garantizar un futuro bien alimentado, la producción agrícola debe crecer más de un 55% en las próximas dos décadas.

La minería desempeña un papel fundamental en la seguridad alimentaria mundial y en la reducción del impacto de la producción agrícola en el medio ambiente, debido a su vínculo directo en el suministro de las materias primas necesarias para una amplia gama de insumos y consumibles requeridos en la agricultura. La mejora del rendimiento de los cultivos favorece la reducción de la deforestación, actualmente responsable del 20% del total de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. De los seis usos principales en los que los minerales y metales mejoran la seguridad alimentaria, los fertilizantes son los más importantes. 

Los fertilizantes comerciales se producen a partir de tres ingredientes principales: nitrógeno, fósforo y potasio. Mientras que el nitrógeno generalmente se obtiene de la cadena de valor del petróleo y gas, el potasio y el fósforo se extraen de roca fosfórica y salmuera. Estos fertilizantes sintéticos han sido fundamentales para los esfuerzos exitosos de décadas para mejorar el crecimiento, rendimiento y calidad de los cultivos. Para seguir alimentando a una población global creciente, los rendimientos de los cultivos en tierras disponibles deben mejorar aún más. Más del 40% de los suelos tienen deficiencia de fosfato. No es sorprendente entonces que el fósforo se clasifique como un mineral crítico para China y la Unión Europea, mientras que el potasio es crítico para China y Canadá.

Para cultivar los productos agrícolas que alimentarán a los 1.9 mil millones de nuevas personas que vivirán en el planeta para 2050, la producción global anual de fósforo debe aumentar en 55 millones (25%) de toneladas por año para 2050.

Impacto del reciclaje

El Covid, la guerra en Ucrania, políticas comerciales restrictivas y el aumento de los precios de la energía han provocado un aumento de precios de los fertilizantes y una disminución en el suministro en los últimos años (de acuerdo al International Food Policy Research Institute, Rusia es responsable del 17% de las exportaciones de fosfato y del 20% de las exportaciones de potasa). Dadas las interrupciones, hay una mayor necesidad de obtener estos minerales de otros lugares. Al mismo tiempo, nuevos usos razonablemente abundantes del fósforo, por ejemplo, en baterías de litio-hierro-fosfato (LFP), que representan casi un tercio del suministro nuevo de vehículos eléctricos, podrían aumentar la demanda competitiva de los recursos disponibles.

El fósforo se puede recuperar del lodo de alcantarillado, el estiércol animal y la harina de huesos. Tecnologías como la precipitación de estruvita pueden extraer fósforo de los procesos de tratamiento de aguas residuales. Y el potasio se puede recuperar de diversos residuos orgánicos, incluidos los residuos de cosechas y ciertos subproductos industriales. Sin embargo, escalar estas fuentes alternativas para satisfacer la demanda agrícola global presenta desafíos significativos.

Mientras que los métodos alternativos pueden proporcionar solo un suplemento modesto al suministro de fósforo y potasio, en otras áreas, el reciclaje de minerales a escala ya es común y es un complemento clave a la minería tradicional. La minería urbana, también conocida como reciclaje o producción secundaria, ha evolucionado hacia una industria sofisticada de miles de millones de dólares. En ciertos casos, los metales reciclados pueden incluso tener un “green premium", ya que atraen a consumidores y usuarios industriales orientados hacia la sostenibilidad que priorizan métodos de producción ambientalmente responsables.

En teoría, el uso de más materiales reciclados podría reducir la demanda de materiales extraídos. Sin embargo, con el aumento de la población y el uso industrial, la demanda no es un juego de suma cero. No obstante, la minería urbana presenta oportunidades significativas para las empresas mineras tradicionales, ya que reinventan sus modelos de negocio y encuentran nuevos métodos de creación de valor en el ecosistema más amplio (ver figura abajo). A medida que los requisitos regulatorios se vuelven más estrictos, invertir en economías circulares será clave para lograr el éxito.

La minería urbana puede ser más eficiente en recursos y más rentable que la minería primaria. Reduce el impacto ambiental asociado con la minería tradicional, mitigando problemas como la degradación del suelo, los desechos de roca, la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, acorta las cadenas de suministro y reduce la dependencia de las importaciones. Sin embargo, la minería urbana también enfrenta desafíos considerables. En muchas áreas, la economía del reciclaje no tiene sentido. El reciclaje puede generar subproductos de residuos peligrosos en el proceso de reciclaje, y el suministro puede ser irregular.

Estos problemas subrayan la necesidad urgente de avances tecnológicos para refinar y optimizar aún más los procesos de minería urbana. Innovaciones como mejoras en los procesos hidro- y pirometalúrgicos y nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) prometen mejorar la eficiencia en la recuperación de materiales de fuentes de desechos complejos.

IA y minería: una relación mutuamente reforzadora

Los sistemas de IA dependen de minerales y metales en varias formas críticas. Los chips semiconductores están hechos de silicio, pero también contienen metales como cobre, oro, estaño, níquel, paladio y plata. Los dispositivos de almacenamiento utilizan metales como platino, paladio y oro por sus propiedades magnéticas y conductoras. Las instalaciones de centros de datos contienen cantidades vastas de metal en su construcción. 

La demanda de la IA está contribuyendo a una mayor necesidad de estos metales. Al mismo tiempo, integrar la IA en la minería urbana permitirá que la industria logre una mayor eficiencia, mejores tasas de recuperación de materiales, costos reducidos y un menor impacto ambiental. Entre las aplicaciones actuales de la IA figuran:

Según el material, el sector del reciclaje de metales se encuentra en diferentes etapas de desarrollo de mercado: emergente, en desarrollo y maduro. Si bien los avances tecnológicos, las inversiones crecientes y un marco regulatorio en expansión que apoya prácticas sostenibles son impulsores principales, el valor económico obtenido del reciclaje con precios de commodities más altos proporciona un incentivo importante.

El ecosistema maduro de reciclaje de metales incluye cobre y PMG. El cobre ha sido reciclado durante siglos ya que el cobre de alta calidad se puede fundir fácilmente de nuevo; aproximadamente el 30% de la producción de cobre hoy en día es reciclada. Los PMG son conocidos por sus cualidades catalíticas excepcionales y encuentran una utilización extensiva en una amplia gama de aplicaciones industriales, incluido el sector automotriz. Dada la relativa escasez de PGM y la creciente demanda de diversos sectores industriales, el reciclaje de estos metales es tanto económicamente ventajoso como beneficioso para el medio ambiente. Hasta alrededor del 2000, menos del 5% de la producción de PMG se reciclaba. Hoy en día, de acuerdo a Johnson Matthey, la proporción es del 26%, con un reciclaje de paladio que llega al 31%.

El reciclaje de metales críticos, como el litio y los elementos de tierras raras, se encuentra en un estado emergente de madurez. El uso principal del litio es la fabricación de baterías recargables de iones de litio, esenciales para el funcionamiento de una amplia gama de dispositivos electrónicos, incluidos los vehículos eléctricos. Esperamos ver un aumento significativo del reciclaje de litio en los próximos 10 a 12 años, en consonancia con la vida útil media de los vehículos.

Los requisitos regulatorios son un impulsor significativo del crecimiento proyectado en las tasas de reciclaje de metales, especialmente para el litio. El Reglamento (UE) 2023/1542 de la Unión Europea (UE) estipula que los materiales activos deben contener determinados porcentajes mínimos de materiales "recuperados de residuos de fabricación de pilas o de residuos postconsumo" para 2031 y 2036, respectivamente (ver el siguiente gráfico).

Cumplir con estos objetivos requerirá un aumento significativo en el reciclaje y tasas anuales de crecimiento compuesto elevadas. En un escenario ambicioso, basado en la suposición de que los esfuerzos globales de reciclaje se alinearán con los estándares establecidos por las regulaciones de la Unión Europea y que todas las entidades participantes lograrán el cumplimiento total, casi el 30% del litio se reciclará dentro de 50 años. En un escenario más conservador, teniendo en cuenta los desafíos y limitaciones prácticos, asumimos que los esfuerzos globales lograrán aproximadamente el 50% de los objetivos de reciclaje especificados por las regulaciones de la UE, y casi el 20% del litio se reciclará dentro de 50 años (ver gráfico a continuación).

Expansión del litio

Los productores de litio están infrarrepresentados en la lista de los 40 principales, ya que a menudo se clasifican como empresas químicas debido a que se centran en el procesamiento en la cadena de valor. Dado el papel fundamental del litio en la transición energética, hemos agregado los estados financieros públicamente disponibles de 10 de las principales minas de litio. El crecimiento constante de la producción no siempre se tradujo en un aumento de los ingresos, debido a la volatilidad de los precios. Las inversiones en litio suelen requerir menos capital y tienen plazos de amortización más cortos. El crecimiento previsto de la demanda de litio incentiva un aumento significativo de las inversiones.

La minería urbana no reemplazará los métodos tradicionales de minería, sino que servirá como una fuente alternativa. Sin embargo, es uno de varios pilares clave para promover la productividad en la industria. Los mineros se encuentran atrapados entre dos tendencias poderosas. Como se ha señalado, los precios de los commodities han estado cayendo. Pero en los últimos cinco años, los costos de producción minera han aumentado casi un 30%, lo que hace urgente que las empresas inviertan en tecnología para ahorrar costos (ver gráfico). En el paisaje minero cada vez más complejo de hoy, los compromisos crecientes con la sostenibilidad, el aumento de los costos de producción, la disminución de los grados de mineral, las reservas más dispersas y la escasez de talento con habilidades tecnológicas están haciendo más necesario que las 40 principales empresas mineras se centren en la productividad.

En los últimos 20 años, a través de ciclos de crecimiento y reducción, la industria minera ha emprendido un viaje para mejorar la productividad (ver cronología, arriba). De cara al futuro, los mineros han identificado claras oportunidades para mejorar la productividad al tiempo que mitigan los riesgos y maximizan el impacto positivo en su negocio aprovechando la tecnología, fomentando la innovación y adoptando nuevas formas de trabajar. Según las previsiones del Foro Económico Mundial de proveedores de soluciones tecnológicas e inteligencia empresarial, el mercado total del Internet de las cosas (IoT) y el posible valor incremental de los avances tecnológicos en la minería ascenderán a miles de millones de dólares estadounidenses en 2030. Los avances pueden apreciarse en una serie de actividades:

Riesgos tecnológicos 

La dependencia de la tecnología para mejorar la productividad también puede acarrear riesgos, lo que significa que los mineros tienen que estar atentos para evitar posibles efectos negativos. Algunos de los aspectos que hay que vigilar son los siguientes:

Las fusiones y adquisiciones (M&A) han seguido siendo una estrategia fundamental para las empresas mineras que buscan mantener su ventaja competitiva, acelerar la transformación y asegurar recursos esenciales para el crecimiento futuro, especialmente en una era donde la sostenibilidad es primordial. Debido al papel significativo que la industria ha jugado en el suministro de productos agrícolas, infraestructura y materiales para la transición energética, los inversores externos están mostrando un mayor interés. Estos factores están atrayendo más capital hacia la industria y preparando el escenario para acuerdos impactantes. En 2023, el número total de acuerdos cayó aproximadamente un 15% desde 2022, mientras que el valor total superó los $64 mil millones. No sorprendentemente, el porcentaje de acuerdos totales que involucraron minerales críticos aumentó al 40% en 2023.

Los acuerdos están motivados por cuatro principales motivaciones:

Consolidation

La consolidación ha seguido siendo una tendencia dominante en las M&A a medida que las empresas reconfiguran sus portafolios de activos y refinan sus direcciones futuras de negocio. Este enfoque a menudo implica la venta de activos no estratégicos y la reasignación de capital hacia oportunidades de crecimiento estratégico.

En noviembre de 2023, en la mayor operación en la historia del sector del oro, Newmont adquirió Newcrest por USD $14.5 mil millones. Newmont, cuya producción anual se anticipaba que permanecería plana durante la próxima década, amplió su portafolio al agregar cinco minas en operación y dos proyectos en fase avanzada, mientras mejoraba también su exposición al cobre. Tras esta adquisición, Newmont anunció planes para desinvertir ocho activos no estratégicos..

Minerales críticos

Un déficit previsto en el suministro de una gama de minerales críticos ha catalizado una carrera competitiva para asegurar provisiones. La considerable volatilidad de precios que ha acompañado la rápida expansión presenta oportunidades para inversores con alta tolerancia al riesgo, atrayendo nuevos jugadores al panorama de inversión y otorgando un valor premium a los minerales más estables para otros.

En 2023, el cobre y el litio dominaron los acuerdos de minerales críticos, representando más del 70% por volumen, ligeramente superior al año anterior. Sin embargo, el cobre representó más del 80% del valor total de las transacciones de minerales críticos.

A principios de 2024, el minero chino MMG adquirió Cuprous Capital, la empresa matriz de la mina de cobre de alta calidad Khoemacau en Botswana, por US$3.6 mil millones. La transacción se alinea con la estrategia de MMG de construir un portafolio de minas de alta calidad que suministren los minerales más importantes para un mundo descarbonizado.

Sostenibilidad

Las consideraciones de sostenibilidad han sido un elemento crucial en las decisiones de transacción. En su búsqueda por descarbonizar, las empresas mineras están invirtiendo en proyectos de energía renovable para fortalecer sus perfiles de sostenibilidad y obtener un mayor control sobre uno de sus costos operativos más significativos: la energía.

Recientemente, Rio Tinto finalizó la adquisición de US$700 millones por una participación del 50% en el negocio de aluminio reciclado de Matalco del Grupo Giampolos, con el objetivo de satisfacer la creciente demanda de aluminio de bajo carbono como material clave en la transición energética.

En marzo, el minero Vale avanzó en la adquisición del 45% de las acciones de Aliança Energia que aún no poseía, por aproximadamente USD$540 millones. El acuerdo incorpora activos de generación hidroeléctrica y eólica al portafolio de Vale, alineando estratégicamente la inversión con los objetivos ESG de la empresa.

Asociaciones

El sector minero ha reconocido durante mucho tiempo el valor de las asociaciones y las empresas conjuntas. Históricamente, estos esfuerzos colaborativos han sido fundamentales para cumplir con las regulaciones locales, mejorar la cooperación, compartir experiencia y distribuir los riesgos asociados con la extracción mineral. Las empresas mineras están buscando cada vez más alianzas más allá de los límites tradicionales del sector, a medida que su visión del ecosistema se amplía. Estos movimientos estratégicos son impulsados por la necesidad de acceder a capital, integrar nuevas habilidades en áreas altamente especializadas, como tecnología y sostenibilidad, y trabajar más estrechamente con el gobierno (ver tabla abajo).

Equipo de redacción de Mine 2024

El equipo de redacción de Mine 2024 fue liderado por Andries Rossouw (PwC Sudáfrica). Los miembros principales del equipo de redacción fueron Gifty Appiah (PwC Ghana), Galih Baskoro (PwC Indonesia), Ulrike Finckh (PwC Sudáfrica), Lindsey Levine (PwC US), Danelle Lundie (PwC Sudáfrica), Julie Rosa (PwC Sudáfrica), Andrés Sanín (PwC Chile), Arne Schmidt (PwC Sudáfrica), Lambertus Schrap (PwC Sudáfrica), Diego Soliz (PwC Chile), Naomi Thomas (PwC Canadá) and Matt Williams (PwC UK).