Fecha: 10-10-2022
Medio: El Mercurio
Para algunos, se trata de una medida atrasada, cuya aplicación puede durar varios años y en donde no se sabe si el regulador tendrá la capacidad de fiscalizar. Otros lo ven como un paso adelante.
Hay un concepto que empieza a repetirse en el mercado financiero global: el greenwashing. En español se puede definir como “ecoblanqueo” y se refiere a la estrategia de algunas empresas de aparentar una imagen sustentable, pero que en realidad no es tal.
Una nueva normativa emanada de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) pretende erradicar esta práctica en Chile. Se trata de la norma 461, a través de la “Guía para la implementación y supervisión de los estándares de sostenibilidad”, publicada la semana pasada. Tendrá como objetivo vigilar que las empresas del mercado financiero publiquen en sus memorias anuales información relevante respecto de parámetros ESG (Environmental, Social and Governance).
Sin embargo, varios plantean dudas respecto de su efectividad. “En Chile pareciéramos estar alejados del debate sobre el greenwashing, porque no hay una estrategia clara de cómo enfrentarlo”, dice Jeannette von Wolfersdorff, economista especializada en transparencia y miembro del Consejo Fiscal Autónomo (CFA). “Esta norma no va a lograr que enfrentemos el greenwashing porque se necesita una estrategia política mucho más profunda y estructural”, agrega.
La nueva norma genera suspicacias entre algunos expertos, quienes argumentan que es una medida que llega tarde, con una implementación que tomaría varios años, dada su complejidad, y en donde las dudas están puestas en la capacidad de fiscalización del regulador financiero de lo ahí reportado. Si bien la norma obliga a las empresas a entregar información sobre sostenibilidad siguiendo estándares internacionales, la guía es simplemente un insumo “del estándar o mejores prácticas esperadas por la CMF”, dice el regulador.
Con todo, otros ven con optimismo esta medida. Quienes están en este grupo aseguran que las empresas que lideren en estándares ESG serán seguidas por los inversionistas y tendrán un nivel de riesgo menor en sus proyectos de inversión.
ESG, “en pañales”
El retraso en estándares de sustentabilidad en Chile parece evidente. Solo el 24% de los directorios en Chile reconoce considerar factores ESG en sus decisiones estratégicas, de acuerdo a un estudio del Centro de Gobierno Corporativo del ESE Business School y PwC.
Y para que esto cambie habría que esperar un largo tiempo, creen algunos. “Yo creo que esta norma va a tomar varios años en implementarse, hasta que las compañías tengan un estándar adecuado”, dice Humberto Muñoz, socio en ARTL, consultora de auditorías a empresas. Argumenta que es una norma compleja, porque los aspectos relacionados con ESG son múltiples y diferenciados por tipo de industria.
“Es un paso anacrónico”, dice von Wolfersdorff, del CFA. Cree que esta medida tendría que ir acompañada de una plataforma en línea donde la información más relevante esté al alcance de todos. “Ojalá que la CMF pueda divulgar la información para que se pueda comparar la empresa A con la B y la C”, sostiene la economista.
Y más allá de los alcances de la CMF, que fiscaliza a emisores de valores, bancos y otras instituciones financieras, “nos faltan políticas públicas que generen un impacto en el Ebitda de corto plazo en las empresas que generen un valor sostenible; el reporting tendría que venir después como añadidura”, asegura von Wolfersdorff.
Así, en el corto plazo, los beneficios no son claros. “No vemos mucho impacto en el mercado”, dice Pablo Solís, gerente de renta variable en STF Capital. “Es parte de lo que hoy debe estar presente en cada una de las empresas abiertas a bolsa, considerando la relevancia del tema ESG que hoy tiene en la sociedad”, agrega.
Con todo, otros creen que se abre un camino positivo con esta norma. “Más información es más transparencia”, dice Klaus Kaempfe, director de Portfolio Solutions en Credicorp Capital. “Esto ayuda a que el mercado premie a quien lo está haciendo bien en términos de sustentabilidad y ayuda también a educar al mercado y al público en general”.
De esta forma, los inversionistas van a estar más enfocados en las compañías que cumplan mejor con los estándares ESG, dice Muñoz. “Si invierten en las que son más riesgosas en este punto de vista, van a tener una tasa de descuento mayor”, asegura el socio en ARTL.
Y para Gabriela Salvador, directora ejecutiva de VanTrust Capital, “es sano regular, porque es muy complejo informar KPI (indicadores clave de desempeño) en algunas cosas”. Integró el Comité de Sustentabilidad de la Aacafi, desde donde participó en la construcción de la norma 461.
Hacia el futuro, Salvador plantea que “a la siguiente generación no le va a dar lo mismo que generemos utilidades donde el mundo se ensucie. La persona que invierte en el fondo mutuo, la cuenta corriente o el depósito a plazo del banco se va a preguntar en qué están invirtiendo su plata”.
El desafío para la CMF
De acuerdo a datos de JP Morgan, CCU lidera entre los títulos del IPSA en estándares de sustentabilidad en el contexto latinoamericano, con una puntuación de 1,1, situándose novena en la región entre las firmas analizadas. Le siguen Enel Américas (0,91 puntos), Banco de Chile (0,83 puntos), Enel Chile (0,78 puntos) y BCI (0,75 puntos).
Mientras tanto, en la parte baja aparecen Falabella (-1,39 puntos), CMPC (-1,32 puntos), SQM (-1,29 puntos), Copec (-0,48 puntos) y Cencosud (-0,47 puntos).
“Hay algunas partes más desarrolladas, como en gobierno corporativo, donde las compañías han ido relevando cómo se estructura el gobierno corporativo, pero el alcance de la nueva norma va mucho más allá”, dice Muñoz, de ARTL.
Gabriela Salvador, de VanTrust, concuerda: “En las tres letras del ESG, las empresas están al debe en environmental y social, pero están bastante avanzadas en governance”.
Por eso, en el aspecto medioambiental, el riesgo del greenwashing seguiría presente en Chile. “Si no procuramos que la sostenibilidad gane más, lleva a una estrategia de greenwashing, como lo vemos en los casos del banco DBS (de Singapur), la minera brasileña Vale, BNY Mellon y ahora Goldman Sachs siendo investigado por la SEC por ello”, advierte von Wolfersdorff, del CFA.
Se trata de un desafío complejo para la CMF, que pasará por un proceso de aprendizaje, proyecta Muñoz, de ARTL. Deberá incorporar especialistas que sepan de cada una de estas materias, dado que hay muchos focos relacionados con estas tres letras, sostiene. “Si la empresa toma una política, tiene que aplicarla consistentemente todos los años, algo que debe ser auditable, con números de referencia que permitan validar si lo que dice la compañía es cierto”, subraya.