Nuestra visión para la Red PwC, impulsada por nuestro propósito, es ser la empresa de servicios profesionales más confiable y relevante del mundo. Una que atraiga al mejor talento y combine las tecnologías más innovadoras para ayudar a las organizaciones a generar confianza y brindar resultados que perduren en medio de la transformación digital.
Llamamos a nuestra estrategia global renovada La Nueva Ecuación, y habla de las dos necesidades más fundamentales con las que los clientes y las organizaciones están lidiando en la actualidad.
En primer lugar, está la urgencia de responder con éxito y cambiar frente a los principales retos que están dando forma al mundo: disrupción tecnológica o transformación digital, cambio climático y sostenibilidad, geopolítica fracturada, desarrollo económico, tensión social y los efectos continuos de la pandemia del COVID-19. En segundo lugar, está la necesidad de generar confianza en un momento sumamente frágil y más complicado de ganar.
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Nuestro enfoque encarna quiénes somos: una comunidad de agentes de cambio que se unen de formas inesperadas para ofrecer resultados a las organizaciones, sus clientes, partes interesadas y comunidades, lo que genera un impacto positivo y duradero en toda la cadena de valor.
Nuestra fórmula es simple: ofrecemos ideas audaces, soluciones que son experiencias significativas, impulsadas por la tecnología y dirigidas por humanos, que brindan resultados innovadores en la vida real.
Actualmente la ciberseguridad juega un papel fundamental para todos, ya que gracias a ella podemos proteger nuestros datos de las constantes amenazas que se presentan día a día en la transformación digital. Es una industria que ha crecido de una forma acelerada al igual que sus retos y desafíos.
Incluso antes de que el COVID-19 revolucionara los negocios y la sociedad, el movimiento medioambiental, social y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) estaba ganando fuerza. Desafíos de gran alcance como el cambio climático, la sostenibilidad y la inclusión económica concentraron las mentes de inversionistas y ejecutivos en la importancia de las prioridades a largo plazo y del reporte de información no financiera.
Hace más o menos una década, las operaciones técnicas, los sistemas y las huellas de muchas grandes compañías se habían vuelto extremadamente costosas y complejas. La digitalización vertiginosa o transformación digital en la era de los teléfonos inteligentes ha exacerbado las cosas, ya que las compañías han creado cada vez más ecosistemas con una variedad de nuevos socios para ayudar a ampliar su alcance y captar un crecimiento nuevo y sostenible.
La confianza nunca había sido tan importante como ahora. Es el vínculo que conecta a tu organización, su gente, sus clientes, sus partes interesadas y el mundo. Sabemos que la confianza no es algo que se pueda comprar directamente. Es algo que se gana con cada interacción, cada experiencia, cada relación y cada resultado obtenido.
Los líderes de negocios se enfrentan a crecientes expectativas sobre la privacidad de datos y seguridad de sus clientes, así como de los reguladores; los riesgos éticos y económicos asociados con ésta, nunca habían sido más relevantes.
En medio de estos retos, de por si tradicionales e inherentes a la prestación de servicios, la pandemia COVID-19 incrementó los riesgos operativos, financieros y reputacionales, presionando a los aseguradores y prestadores a replantear las estrategias de continuidad de negocio, gestión de crisis y de riesgos, obligándoles a incorporar un mayor número de escenarios que les permita visualizar su capacidad de resistir y reaccionar, con decisiones informadas, para reducir la incertidumbre y construir resiliencia.
La economía está globalizada y, por lo tanto, la información financiera y su aseguramiento debe de hacerse de acuerdo con estándares internacionales. Colombia, con la entrada en vigor de la ley 1314 de 2009, entró en el ámbito internacional y tiene una gran oportunidad de mejorar su competitividad a nivel global con información útil para que los inversionistas extranjeros puedan hacer negocios locales.
La Nueva Ecuación es un futuro liderado por humanos e impulsado por la tecnología. Para nosotros, las personas y la transformación digital van de la mano. Se trata de cómo el ingenio humano se combina con la innovación tecnológica y la experiencia para ofrecer resultados más rápidos, más inteligentes y mejores al mismo tiempo que se genera confianza en toda la cadena de valor, obteniendo así un desarrollo económico basado en la confianza y resultados que perduran.