El intenso calor experimentado en el hemisferio norte, durante el verano de 2023, nos ha recordado, una vez más, que nuestro clima en constante cambio plantea amenazas significativas. Estas no se limitan únicamente a olas de calor, sino que abarcan incendios forestales, inundaciones y tormentas. Los líderes empresariales están plenamente conscientes de estas amenazas. Más del 50 % de los directores ejecutivos encuestados en la 26ª Encuesta Global Anual de Directores Generales de PwC han reconocido que sus empresas enfrentarán algún grado de riesgo climático en los próximos cinco años. Este hallazgo destaca la necesidad de que las organizaciones se adapten al clima y, al mismo tiempo, abre oportunidades para que las empresas puedan ofrecer soluciones que fomenten la resiliencia climática.
Casi el 80 % de los ejecutivos que participaron en la Encuesta Empresarial en la Nube 2023 de PwC afirman que sus empresas han adoptado ampliamente la tecnología de la nube en sus operaciones. Sin embargo, es importante recordar que estos servicios funcionan en centros de datos, lo que los hace susceptibles a condiciones climáticas extremas.
Además, otros componentes críticos de esta infraestructura digital, que requieren una refrigeración constante, se ubican en lugares propensos a sequías y altas temperaturas. En consecuencia, las recientes olas de calor han causado trastornos en algunos proveedores de servicios en la nube. Dadas estas circunstancias, un centro de datos que esté preparado para enfrentar los desafíos climáticos podría posicionarse en un nivel superior y justificar un costo adicional, debido a su mayor fiabilidad, en comparación con sus competidores.
A pesar de que la descarbonización se centra en la prevención de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para mitigar el impacto del cambio climático, la adaptación implica ajustarse a las consecuencias físicas del que ya estamos experimentando. Estos efectos pueden manifestarse de manera crónica y evolucionar lentamente, como un aumento constante de las temperaturas del aire o de manera aguda, como olas de calor repentinas. Adaptarse al cambio climático conlleva, en gran medida, la mejora de la preparación, como la implementación de sistemas de pronóstico de huracanes u olas de calor para alertar a la población antes de su llegada. También implica la reducción de vulnerabilidades, mediante la creación de centros de enfriamiento para personas que carecen de aire acondicionado, la provisión de refugio contra incendios forestales o la contaminación del aire.
Desde la perspectiva empresarial, la adaptación al cambio climático engloba inversiones destinadas a garantizar la continuidad y la resiliencia de la actividad que llevan a cabo.
Estas oportunidades para innovar se pueden encontrar dondequiera que existan riesgos climáticos. Las empresas están dando un paso adelante para satisfacer la demanda de materiales y diseños de construcción alternativos, herramientas de modelización de riesgos, seguros contra riesgos climáticos, sistemas de alerta temprana, estructuras de gestión de inundaciones, variedades mejoradas de semillas y otros facilitadores de la adaptación al clima. De hecho, una revisión de las divulgaciones climáticas de 100 empresas, realizada por PwC y el Foro Económico Mundial, encontró que 31 de ellas habían identificado oportunidades relacionadas con la adaptación.
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Es claro que la exploración de esas vías por parte de las organizaciones solo es posible si estas pueden resistir las perturbaciones causadas por amenazas climáticas. Lo anterior, significa evaluar cuidadosamente sus riesgos y tomar medidas para protegerse contra ellos, algo que relativamente pocas empresas han hecho. Solo el 17 % de los directores ejecutivos encuestados a nivel global dice que su empresa ha implementado iniciativas para proteger su fuerza laboral o sus activos físicos de los impactos del riesgo climático.
Esta perspectiva es comprensible. Hasta la fecha, la mayoría de las empresas han concentrado sus esfuerzos en la reducción de sus propias emisiones de carbono para contribuir a la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, dado que las emisiones globales de efecto invernadero continúan en aumento y los impactos significativos del cambio climático son inminentes, es crucial que las organizaciones también se enfoquen en adaptarse al clima.
En este artículo, analizamos los riesgos empresariales que la adaptación al cambio climático puede prevenir y las oportunidades que puede generar. También, examinamos las capacidades existentes que las empresas pueden aprovechar para respaldar la adaptación y la resiliencia climática, y los pasos adicionales que pueden dar para crear un valor sostenible.
“El reciente aumento en las temperaturas del hemisferio norte, durante el verano de 2023, nos recuerda de manera contundente que nuestro clima en constante cambio presenta amenazas significativas. Las empresas, conscientes de estos riesgos, deben no solo enfocarse en la reducción de las emisiones de carbono, sino también en adaptarse al cambio climático.
La adaptación sirve para protegerse contra las pérdidas y abre oportunidades para la innovación y el crecimiento. Es fundamental que las organizaciones integren la adaptación al clima en sus estrategias y aprovechen sus capacidades existentes, la tecnología y las colaboraciones para fortalecer su resiliencia y prosperar en un mundo afectado por el cambio climático”.
La práctica de la adaptación se basa en esfuerzos para reducir o eliminar el impacto de los riesgos físicos que crea el cambio climático. Pero las empresas inteligentes van más allá y buscan oportunidades para innovar y crecer.
Muchas organizaciones reconocen que el riesgo climático es un riesgo empresarial. La Agencia Europea de Medio Ambiente estimó que en la última década se produjeron en la Unión Europea pérdidas económicas, relacionadas con el cambio climático, por valor de 145 000 millones de euros (159 000 millones de dólares). Cuanto antes las empresas puedan empezar a pensar en estrategias de adaptación al clima, mayores serán sus posibilidades no solo de sobrevivir, sino también de prosperar.
Por ejemplo, las empresas de alimentos, bebidas y agricultura enfrentan la amenaza del cambio climático relacionada con inundaciones, exceso de lluvias e inviernos más cálidos en muchas áreas de producción. También podrían enfrentar sequías, en cuyo caso la adaptación podría significar obtener semillas que requieran menos agua, lo que a su vez reduciría los costos.
En un sentido más amplio, las empresas tienen la oportunidad de prevenir costosas adaptaciones futuras. En el caso de nuevas construcciones, es posible equiparlas con sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado, diseñados para resistir eventos climáticos extremos, como olas de calor e incendios forestales. Además, la incorporación de tecnologías energéticamente eficientes, como bombas de calor, no solo puede generar ahorros operativos significativos a corto plazo, sino que también puede compensar el costo inicial de la construcción, en poco tiempo.
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La adaptación puede generar beneficios que van más allá del ahorro de costos. Esto se debe a que es probable que el cambio climático incremente la demanda de productos y servicios orientados a fortalecer la resiliencia de las empresas y las comunidades. Las empresas pueden analizar cómo sus productos y servicios actuales podrían respaldar la adaptación al cambio climático o explorar oportunidades para la innovación en este ámbito. Por ejemplo, varias organizaciones líderes en industrias pioneras, como bienes raíces, seguros e infraestructura, ya están mostrando el camino.
Cuando el Centro Global de Adaptación comenzó a planificar su nueva sede en Rotterdam, Países Bajos, una de las principales preocupaciones era el alto riesgo de inundaciones de la zona. Para adaptarse a estas, le encargó a la firma de arquitectura Powerhouse Company y al desarrollador inmobiliario Red Company que diseñaran y construyeran un edificio de oficinas de tres pisos que flotara para hacerlo más resistente al aumento del nivel del mar. La estructura de bajas emisiones, inaugurada en 2021, también cuenta con paneles solares y un techo verde que absorbe el agua de lluvia.
La compañía aseguradora Swiss Re ha desarrollado un innovador producto de seguro destinado a respaldar la protección del arrecife de coral en la península de Yucatán, México, contra los daños climáticos. Esta novedosa solución de seguro ha sido diseñada para emitir pagos a un fideicomiso conformado por custodios, tanto públicos como privados, del arrecife. A diferencia de los seguros convencionales que activan los pagos después de evaluar los daños, en este caso, la activación de los pagos se basa en mediciones de la velocidad del viento. Swiss Re ha colaborado estrechamente con la organización Nature Conservancy y los gobiernos regionales de México en esta iniciativa, que representa un claro ejemplo de cómo la colaboración entre sectores puede dar lugar a soluciones efectivas.
No solo los gobiernos y las corporaciones multinacionales pueden aprovechar las ventajas de las nuevas herramientas. Una empresa líder en el sector de materiales de construcción utilizó una herramienta de pronóstico e información meteorológica proporcionada por ClimateAI. Esta herramienta predijo un aumento en el riesgo de impactos de huracanes en Florida durante un período específico, antes de que el huracán Ian se desatara. La organización consideró esto como una oportunidad para impulsar la producción local de tejas para techos, lo que le permitió estar mejor preparada para una mayor demanda y generó un incremento en las ventas de 15 millones de dólares.
Hasta el momento, los gobiernos han desempeñado un papel fundamental en la promoción de la adaptación climática, especialmente, en lo que respecta a la infraestructura. Sin embargo, las empresas y los inversores privados tienen la oportunidad de sumarse a estos esfuerzos y acelerarlos, mediante el respaldo a soluciones e innovaciones de adaptación que los gobiernos podrían encontrar difíciles de financiar, pero que generan beneficios mutuos. Un ejemplo concreto es la iniciativa de Meta, en colaboración con Pacific Gas and Electric Company y la ciudad de Menlo Park (donde tiene su sede la empresa de tecnología), que financió la construcción de diques para proteger tanto su campus, como la comunidad circundante de los efectos del aumento del nivel del mar.
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No todas las organizaciones se verán afectadas de la misma manera por los fenómenos climáticos extremos. Gran parte de la exposición al riesgo de la empresa dependerá de sus mercados, las comunidades en las que opera, las geografías de su cadena de valor y otros factores.
No obstante, es válido afirmar que empresas de todos los sectores, como fabricantes, instituciones financieras, proveedores de servicios y compañías de tecnología de la información, pueden enfrentar interrupciones en sus operaciones, a medida que los eventos climáticos provocan la paralización de instalaciones y cadenas de suministro, junto con desafíos de acceso para los trabajadores y efectos adversos en su salud.
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Afortunadamente, es probable que tu organización ya posea ciertas capacidades que pueden gestionar este tipo de situaciones. La mayoría de las empresas cuentan con programas de continuidad del negocio a nivel empresarial, que les ayudan a evaluar la exposición al riesgo y a prepararse para eventos como ataques terroristas, amenazas cibernéticas y crisis sanitarias. Estos programas pueden ser ampliados para abordar también los riesgos climáticos. El objetivo en este caso, al igual que con otros tipos de riesgos, es fortalecer la resiliencia a largo plazo a través de la identificación de procesos críticos, la formulación de estrategias de respaldo y la capacitación de los empleados en la respuesta a crisis mediante pruebas, simulacros y ejercicios de simulación.
Como hemos observado, aprovechar las capacidades existentes impulsará el progreso de la organización en su camino hacia la adaptación al cambio climático. La implementación de medidas para gestionar los riesgos climáticos representa simplemente el punto de partida. Las empresas también pueden explorar oportunidades para generar valor, aunque deben tener precaución para evitar crear problemas inadvertidamente. Aquí, presentamos tres pasos a tener en cuenta mientras se trabaja en la adaptación al cambio climático.
1. Alinear la adaptación y la descarbonización para obtener beneficios colaterales
La integración de los esfuerzos de adaptación climática de tu empresa con su programa de cero emisiones netas puede ofrecer ventajas significativas. Un ejemplo elocuente de esta práctica es la agrosilvicultura, que ha sido adoptada por empresas cafeteras como Nespresso y Starbucks. La agrosilvicultura se caracteriza por ser un sistema de gestión de tierras asequible, que implica el cultivo de árboles en la misma tierra utilizada para cultivos agrícolas y pastoreo de ganado, lo cual genera beneficios ecológicos y económicos considerables.
En términos sencillos, la agrosilvicultura contribuye a la reducción o eliminación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), al aumentar el almacenamiento de carbono, lo que a su vez mitiga el cambio climático. Además, ofrece beneficios adaptativos, como la mejora en la retención de agua, el enriquecimiento de la diversidad del suelo y la eficiencia en el uso de la tierra.
Del mismo modo, se pueden obtener beneficios adicionales al mejorar la eficiencia energética de los edificios, ya que las operaciones de estos representan hasta el 60 % de las emisiones urbanas. La modernización para el ahorro de energía no solo respalda la descarbonización y reduce los costos de funcionamiento, sino que también aumenta la resiliencia en situaciones de calor extremo, gracias a un mejor aislamiento, y frente a sequías, debido a la eficiencia en el uso del agua.
Al elaborar una estrategia de adaptación, es esencial comenzar evaluando las vulnerabilidades relacionadas con el clima, que incluyen aspectos como la infraestructura, las operaciones y la exposición de la cadena de suministro, junto con los riesgos asociados. Luego, a medida que se desarrollan planes para proteger activos y procesos, se pueden buscar soluciones que, al mismo tiempo, contribuyan a la reducción de emisiones.
2. Reconocer las compensaciones y las consecuencias no deseadas
Es clave “integrar” la adaptación en la toma de decisiones empresariales. Esta práctica implica lidiar con compensaciones complejas, considerando los importantes costos futuros en los que puede incurrir una empresa si no tiene en cuenta el riesgo climático en su pensamiento actual.
Tomemos, por ejemplo, una empresa agrícola que se enfrenta a la decisión de optar entre la implementación de prácticas agrícolas adaptativas que sean resistentes al cambio climático o la adquisición de activos, como tierras agrícolas, ubicadas en zonas menos expuestas a los riesgos climáticos. Llegar a la respuesta correcta puede requerir un análisis detallado de los costos y beneficios financieros ampliados, que incluyen la evaluación de las pérdidas y daños evitados, antes de tomar una decisión sobre el rendimiento de una inversión.
3. Utilizar la tecnología para centrarse tanto en los riesgos como en las oportunidades climáticas
Ciertas tecnologías pueden ser particularmente adecuadas para apoyar la estrategia de adaptación. En la COP27 de 2022, la iniciativa "Alertas tempranas para todos", de las Naciones Unidas, presentó un ambicioso plan destinado a utilizar EWS para proteger a todas las personas del planeta contra fenómenos meteorológicos extremos en un plazo de cinco años. Varios actores empresariales, incluyendo empresas tecnológicas, están colaborando estrechamente con la Organización Meteorológica Mundial en esta destacada iniciativa.
En realidad, las nuevas empresas especializadas en predicción meteorológica y climática ya están expandiendo plataformas innovadoras de pronóstico del tiempo. Al aplicar la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático (ML, por sus siglas en inglés) a datos satelitales y de radar, estas empresas están ayudando a las organizaciones a mejorar su preparación frente a eventos climáticos extremos e impulsar el crecimiento de sus negocios.
Un ejemplo es la herramienta de pronóstico climático desarrollada por la empresa emergente Terrafuse AI, que utiliza IA y ML para predecir la probabilidad de incendios forestales en ubicaciones específicas. Este modelo se basa en datos históricos de incendios, observaciones satelitales en tiempo real y simulaciones físicas existentes. Las compañías de seguros pueden emplear esta herramienta para fundamentar sus tasas de seguros en el riesgo real y así mitigar los riesgos asociados a los incendios forestales en sus carteras.
Otra solución tecnológica innovadora son los gemelos digitales, los cuales proporcionan a las organizaciones versiones digitales altamente detalladas de sistemas, territorios, objetos o procesos del mundo real. Estas versiones digitales ricas en datos ofrecen a los usuarios información sobre el rendimiento en diversas condiciones y les permiten simular y planificar diferentes escenarios. Un ejemplo destacado de esta tecnología es Destination Earth, una iniciativa respaldada por la Comisión Europea, que ha creado un gemelo digital del planeta. Este gemelo digital emplea datos de observaciones y simulaciones en tiempo real para analizar los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático, proporcionando valiosa información para la adaptación y el desarrollo de estrategias pertinentes.
Según la Organización Meteorológica Mundial, actualmente existe una probabilidad del 66 % de que la temperatura global promedio anual cerca de la superficie aumente a más de 1,5°C por encima de los niveles preindustriales, durante al menos un año, en el período comprendido entre 2023 y 2027.
Incluso si lográramos alcanzar emisiones netas de carbono cero mañana, seguiremos enfrentando los impactos del cambio climático.Por tanto, al enfocarse en la adaptación en este momento, las empresas pueden prevenir pérdidas tanto actuales como futuras. Un primer paso es integrar las amenazas climáticas en los planes de continuidad del negocio ya existentes. Además, al desarrollar soluciones de adaptación, las empresas pueden impulsar su crecimiento.
En conclusión, la adaptación climática no se rige por un objetivo único que marque el éxito, ni existe un equivalente de "neto cero", al cual todas las organizaciones puedan aspirar, dado que es un proceso en constante evolución, una respuesta a las cambiantes condiciones físicas. Esto implica que no existe un enfoque universalmente efectivo para todas las empresas. No obstante, siguiendo los principios compartidos aquí, las organizaciones pueden diseñar un enfoque a medida, que se ajuste a su nivel de exposición única al riesgo y aprovechar las oportunidades que se presenten.
Este artículo está basado en el artículo “How climate adaptation can both protect and grow your business” de PwC Global. Esta versión es organizada y revisada por PwC Colombia.