(En gigavatios, que equivale a mil millones de vatios)
Fuente: Agencia Internacional de la Energía
Un reciente informe de PwC sobre la transición energética resalta seis áreas clave en las que las políticas y compromisos mundiales, incluidos los del Acuerdo de París de 2015, están rezagados respecto a los objetivos de cero emisiones netas. Una de las deficiencias más notables es la generación de energía a partir de fuentes renovables.
La capacidad mundial de energía renovable deberá multiplicarse por ocho respecto a los niveles de 2021 para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050. Este crecimiento solo será posible si se realizan avances significativos en el desarrollo de la red, el almacenamiento de energía, la producción de hidrógeno, la extracción de minerales críticos y, no menos importante, la financiación, que deberá aumentar a casi 9 billones de dólares en 2050.
La energía eólica y solar se están volviendo cada vez más asequibles y el crecimiento de las fuentes renovables supera frecuentemente las previsiones del mercado, lo que indica que estamos en el camino correcto. Sin embargo, será necesario un esfuerzo masivo y coordinado para superar las deficiencias actuales respecto a la generación de energía a partir de fuentes renovables. A continuación, se propone un plan de acción basado en cinco principios fundamentales.
Los esfuerzos para cerrar las brechas de transición energética se extenderán por décadas, por lo que es esencial diferenciar entre incentivos a corto plazo y el objetivo a largo plazo.
Durante la transición energética, la interdependencia aumentará, ya que las políticas y la velocidad de ejecución en un país afectarán directamente a otros a través del precio y la disponibilidad de energía. Los países deben alinear sus esfuerzos nacionales con la evolución regional y mundial.
Incluso en un escenario de cero emisiones netas, la Agencia Internacional de la Energía prevé que aproximadamente el 18 % de la demanda de energía primaria en 2050 provendrá de petróleo y gas. Una inversión insuficiente en hidrocarburos puede causar desajustes entre la oferta y la demanda, fluctuaciones de precios e inestabilidad. Será fundamental equilibrar la descarbonización con la asequibilidad y la seguridad del suministro.
Al decidir sobre inversiones en la transición energética, los líderes deben tener en cuenta la dinámica de la cadena de suministro en general, por ejemplo el tiempo necesario para construir nuevas minas de minerales críticos o la importancia de centrarse en proveedores regionales para reducir las emisiones asociadas al transporte.
Te puede interesar: ¿Cuáles son las tendencias digitales en las operaciones para 2024?
La fisión nuclear, por ejemplo, es una fuente de energía sin emisiones que puede proporcionar energía de base, pero requiere una enorme inversión de capital, tiempo y apoyo político. Dado que no todas las soluciones pueden implementarse simultáneamente, los líderes deberán priorizar en función del impacto y los costos inmediatos, sin dejar de invertir en soluciones a largo plazo, como la infraestructura de red.
Para los directivos, estos principios pueden servir como guía en el camino de su organización hacia la meta de cero emisiones netas.
Este artículo está basado en el artículo “The energy transition is headed for a generation gap” en The Leadership Agenda de PwC Global. Esta versión es organizada y revisada por PwC Colombia.