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Muchas empresas han establecido objetivos ambiciosos para reducir sus emisiones de carbono, y las evidencias son claras: la descarbonización puede contribuir a incrementar los ingresos, mejorar los márgenes y reducir los costos. Sin embargo, a pesar de estos beneficios, muchas organizaciones están enfrentando dificultades en su camino hacia el éxito. La siguiente investigación de PwC ha revelado los factores que podrían estar afectando a estas empresas y propone tres estrategias para orientarlas.
La descarbonización puede ser un desafío significativo. Muchas empresas están batallando para diseñar y ejecutar un plan eficaz. Por lo tanto, como ocurre con cualquier iniciativa estratégica de alto impacto, es necesario un enfoque audaz que equilibre las ganancias inmediatas con la visión de impulsar una transformación a gran escala, un proceso que puede tomar años.
Si la descarbonización se implementa incorrectamente, existe el riesgo de perder la confianza de las partes interesadas y la cuota de mercado. Sin embargo, si se lleva a cabo de manera adecuada, las recompensas pueden ser significativas. Según la Encuesta Voice of the Consumer 2024 de PwC los consumidores estarían dispuestos a pagar un 9,7 % más que el precio promedio por productos que sean producidos de manera sostenible. Además, algunos estarían dispuestos a pagar hasta un 30 % más si los productos estuvieran fabricados con materiales reciclados, fueran biodegradables o provinieran de empresas con reputación de prácticas éticas.
Un informe del Foro Económico Mundial, realizado en colaboración con PwC, destaca el enorme potencial de las medidas energéticas orientadas a la demanda. Estas acciones podrían reducir la demanda de energía en un 31 % a corto plazo, de manera rentable y sin afectar la producción. Este potencial es aplicable a todos los sectores económicos.
Así que, mientras las empresas evalúan los costes, las complejidades y los recursos necesarios para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, PwC trató de comprender mejor la relación entre ambiciones y realidad en lo que se refiere a los objetivos de cero emisiones netas.
Hemos revisado archivos corporativos, informes de empresas y fuentes de datos climáticos globales para investigar la realidad de las acciones de 214 de las principales organizaciones públicas del mundo, tanto a nivel interno como a lo largo de sus cadenas de suministro. El objetivo fue claro: analizar cómo han evolucionado los compromisos de reducción de emisiones a cero y evaluar el progreso de estas organizaciones.
A pesar de los rumores sobre la retractación de las empresas respecto a sus compromisos de sostenibilidad, el estudio reveló lo contrario. El 53 % de las empresas se mantienen firmes en sus objetivos originales de cero emisiones netas, el 37 % ha adelantado sus plazos para alcanzar estos objetivos, y solo el 5 % ha extendido sus plazos. Y el 5 % restante aún no ha divulgado sus metas de descarbonización.
En el análisis exhaustivo de las tendencias en objetivos a corto y largo plazo, periodos de amortización y cuestiones de gobernanza, hemos identificado preocupaciones significativas. Muchas empresas optan por proyectos fáciles de implementar y descuidan el resto de sus compromisos. Esto es evidente a nivel sectorial: 10 de los 11 sectores analizados probablemente no alcanzarán el objetivo de cero emisiones netas si las empresas continúan con sus planes actuales.
Sin embargo, el sector tecnológico es la excepción positiva; ha avanzado significativamente gracias a sus iniciativas en energías renovables y en la mejora de la eficiencia energética de sus edificios y centros de datos. No obstante, las emisiones futuras del sector podrían verse afectadas por las crecientes demandas energéticas de tecnologías emergentes como la IA generativa.
Si las empresas de estos 11 sectores no cumplen con sus objetivos de sostenibilidad, podrían surgir repercusiones importantes y disminuir la confianza de las partes interesadas.
¿Por qué tantos sectores están en el camino equivocado?
Al analizar los datos, identificamos tres razones recurrentes por las que las empresas no están avanzando al ritmo necesario. En primer lugar, muchas empresas subestiman la importancia de una descarbonización a gran escala desde el inicio. A menudo, un director general puede observar que sus competidores han anunciado planes para alcanzar cero emisiones netas y pensar: «Si ellos pueden hacerlo, ¿por qué nosotros no?». Así, se fija una meta sin una planificación adecuada, y el equipo de sostenibilidad recibe la orden de implementarla.
Esta reacción inicial puede desencadenar un efecto dominó que lleva a errores críticos en toda la empresa. No permitas que la impaciencia comprometa la estrategia y la acción efectivas: si aún no ves los resultados esperados, no es demasiado tarde para corregir el rumbo. Existen soluciones para alinear los planes de descarbonización o ajustar el enfoque si se han desviado. A continuación, se presenta un manual para ejecutar eficazmente estos planes y mantener el rumbo hacia los objetivos de sostenibilidad.
Los cálculos iniciales que realices para determinar las emisiones de referencia y previstas de tu empresa tienen un impacto significativo en tu plan de descarbonización. Estos no solo establecerán los objetivos de reducción de emisiones para 2030 y 2050, sino que también influyen en la selección y secuenciación de las iniciativas necesarias para alcanzar dichos objetivos. Además, servirán como referencia para medir el progreso.
Es importante tener en cuenta que estos datos estarán sujetos a auditorías externas bajo las diferentes normativas. Por tanto, asegúrate de contar con datos y cálculos precisos desde el principio para cumplir con los requisitos regulatorios y asegurar la efectividad de tu plan de descarbonización.
Con demasiada frecuencia, se observa que las empresas realizan cálculos insuficientes y se limitan a estimaciones generales que carecen de los detalles necesarios para desarrollar un plan de descarbonización viable. Un plan eficaz debe:
Identificar todas las acciones específicas de descarbonización.
Estimar la reducción de carbono que cada acción logrará.
Calcular el costo de implementación de cada acción.
Determinar el tiempo requerido para su puesta en práctica.
Especificar el personal necesario.
Identificar posibles subvenciones, créditos fiscales o incentivos que puedan financiar las acciones.
Calcular las emisiones de referencia.
Prever cómo aumentarán las emisiones a medida que la empresa crezca.
Establecer objetivos de reducción de emisiones a corto y largo plazo.
Confirmar la viabilidad de estos objetivos mediante la elaboración de un plan detallado que describa las acciones específicas que se utilizarán. Para cada una de las acciones, el plan debe incluir la cantidad de carbono que se eliminará, el coste de implementación, el calendario previsto y los créditos e incentivos asociados.
Los proyectos que ofrecen un retorno inmediato pueden resultar muy atractivos, ya que permiten a la dirección obtener resultados rápidos y visibles. No es sorprendente que estas iniciativas suelen ser las primeras en abordarse, y esto está bien. Medidas como cambiar la iluminación o instalar sensores de movimiento para mejorar la eficiencia energética son pasos iniciales inteligentes para reducir la demanda de energía.
Como se ha mencionado anteriormente, las empresas que toman acción pueden lograr ahorros significativos en sus costos energéticos al aplicar prácticas clave para reducir la demanda de energía. Sin embargo, es crucial desarrollar un plan que también considere los beneficios a largo plazo, asegurando una estrategia integral y sostenible.
La reducción de las emisiones de carbono se vuelve más difícil y costosa una vez que se han abordado las soluciones más inmediatas. Para alcanzar un compromiso de cero emisiones netas, es necesario implementar iniciativas con periodos de amortización más largos y preparar a futuros responsables para completar el trabajo. Por ejemplo, una empresa industrial que planea instalar tecnologías de captura de carbono en varias instalaciones puede enfrentar un periodo de construcción de más de tres años, con un periodo de amortización aún mayor. Sin embargo, una vez en funcionamiento, estas tecnologías pueden reducir las emisiones de carbono de cada instalación en un 90 %. Menos del 25 % de las empresas que se estudiaron revelaron proyectos de reducción de emisiones con un periodo de amortización superior a 10 años.
Según nuestra experiencia, los directores financieros y líderes empresariales exitosos destinan financiación a iniciativas de sostenibilidad. Además, son quienes pueden facilitar la selección de proyectos de descarbonización valiosos al establecer un coste interno del carbono que asigna un precio a las emisiones generadas. Es crucial considerar el impacto financiero de las emisiones de carbono al comparar los costes de capital de los proyectos de descarbonización con otros. Posteriormente, estos líderes alinean presupuestos y plazos, otorgando a las iniciativas de sostenibilidad la misma visibilidad e importancia que a otras iniciativas estratégicas.
Las iniciativas de sostenibilidad son complejas y abarcan múltiples dimensiones. Generalmente, implican varias ubicaciones geográficas, requieren la coordinación de todas las funciones empresariales, pueden necesitar la colaboración de terceros y demandan permisos y aprobaciones. En ciertos momentos, las empresas pueden gestionar docenas o incluso cientos de proyectos de sostenibilidad simultáneamente en toda su operación.
Sin embargo, el estudio reveló que las empresas enfrentan desafíos significativos en la ejecución de estos proyectos. Solo el 56 % de las compañías va camino a cumplir sus objetivos a corto plazo para las emisiones de Alcance 1 y 2, que se centran principalmente en las emisiones directas bajo su control. Aún más preocupante es que solo el 22 % de las empresas está progresando adecuadamente para cumplir con sus objetivos de Alcance 3, que abarcan las emisiones indirectas en la cadena de valor.
Dado que los entornos de mercado cambian con frecuencia y las prioridades pueden modificarse rápidamente, los planes de descarbonización a veces pueden quedar en segundo plano. No obstante, las empresas que se mantienen firmes en su enfoque y se centran en la ejecución pueden superar a sus competidores al encontrar maneras de reducir costos e identificar nuevas oportunidades de ingresos. Por ejemplo, a medida que los clientes avanzan en sus propios esfuerzos de descarbonización, podrían preferir trabajar con proveedores que ofrezcan productos y servicios menos intensivos en carbono. Una empresa que integre la sostenibilidad en el diseño de sus productos podría no solo ganar cuota de mercado, sino también obtener precios premium en algunos casos.
Además, las empresas que consideran la perspectiva fiscal pueden beneficiarse de créditos fiscales, subvenciones y otros incentivos que potencialmente aumentan el retorno de inversión en sus estrategias de sostenibilidad.
Para muchas partes interesadas, puede ser difícil ver la sostenibilidad como un motor estratégico en lugar de un simple requisito de cumplimiento. Aunque el 94 % de las empresas analizadas reveló que el consejo de administración supervisa la sostenibilidad, la Encuesta Anual de Directores Corporativos 2023 de PwC muestra que solo el 54 % de los directores considera que las cuestiones ESG están vinculadas a la estrategia de la empresa, y este porcentaje ha disminuido en los últimos años. Además, de los 4.702 ejecutivos encuestados en nuestra 27ª Encuesta Global Anual de Presidentes PwC, sólo el 41 % aceptó una rentabilidad más baja en inversiones respetuosas con el clima, indicando que la mayoría de los gerentes generales no está reconociendo plenamente el valor de las iniciativas de sostenibilidad.
Es posible que en algún momento los directivos se sientan tentados a reconsiderar sus esfuerzos en sostenibilidad. Sin embargo, las empresas que siguen un camino sólido hacia la descarbonización están descubriendo las enormes oportunidades que ofrece la sostenibilidad. Así como lo digital fue considerado una iniciativa aislada, hoy en día la sostenibilidad también puede ser vista de esa manera en muchas empresas. Cambiar esta perspectiva te permitirá estar un paso adelante.
Este artículo está basado en el artículo “Companies can grow through decarbonization but many are off track. Here’s how to fix that.” de PwC US. Esta versión es organizada y revisada por PwC Colombia.
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