Las aseguradoras privadas siguen centrándose en los beneficios para empresas, siendo crucial en un entorno económico desafiante que presiona los costos y aumenta la competencia entre los planes de salud. Aquellos que comprendan las nuevas expectativas empresariales y ofrezcan propuestas de valor innovadoras destacarán en el sector.
Este mercado de beneficios ha experimentado una evolución en tres fases:
Fase 1: Plan de salud como servicio integral.
Fase 2: Plan de salud con soluciones de alto valor añadido.
Fase 3: El plan de salud como coordinador del ecosistema.
Hace una década, la mayoría de los empleadores optaba por un enfoque de servicio integral, adquiriendo todos los servicios de salud con una sola compañía de seguros médicos. Aunque esto les brindaba comodidad, tanto las empresas como los colaboradores no veían satisfechas por completo sus necesidades.
En la segunda fase, que dominó el mercado entre cinco y siete años, los empleadores reconocieron la importancia de incorporar beneficios y programas adicionales. Comenzaron a adquirir las mejores soluciones ofrecidas por diversos proveedores, abordando problemas específicos pero generando experiencias fragmentadas para los trabajadores.
En la tercera y actual fase, las empresas comprenden que, aunque las soluciones especializadas son atractivas para atraer y retener talento, el ecosistema fragmentado ha complicado la gestión de los servicios de salud, creando una experiencia desconectada para los colaboradores.
¿Cuál es tu principal problema o reto a la hora de ofrecer beneficios de salud y sociales?