Estrategia de datos: una nueva era de tributación, sostenibilidad y creación de valor

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  • Septiembre 13, 2024

Las empresas requieren datos más completos y precisos para cumplir con los requisitos del Segundo Pilar y de la Directiva sobre Información Corporativa en materia de Sostenibilidad, así como para transformar sus modelos de negocio.

 

Autores

 

Renate de Lange-Snijders

Responsable de Sostenibilidad de PwC en EMEA y socia de PwC Países Bajos.

 

Doug McHoney

Líder Global de Servicios Fiscales Internacionales de PwC y socio de PwC US.

 

Carol Stubbings

Líder Global de Servicios en Mercados, Fiscalidad y Asuntos Jurídicos de PwC y socia de PwC UK.

 

La frase 'no tenemos buenos datos' se escucha cada vez más entre los ejecutivos. Puede ser un responsable de sostenibilidad que lucha por conocer las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de toda la cadena de valor, un director de estrategia que busca entender las implicaciones financieras y no financieras de una posible adquisición, o un director financiero que enfrenta dificultades para calcular las obligaciones fiscales internacionales según la nueva normativa del Segundo Pilar.

Aunque estos ejecutivos están, con razón, enfocados en sus problemas inmediatos, la frecuencia de estas preocupaciones señala un problema más amplio: los líderes no tienen acceso a datos de la calidad necesaria para cumplir con nuevos requisitos informativos o para tomar decisiones fundamentadas en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), incluida la contribución fiscal de las empresas. Estos datos son cada vez más cruciales para determinar el valor empresarial de las compañías.

La Directiva sobre Información Corporativa en materia de Sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés) exige a las empresas que examinen más de 1.000 datos relacionados con sus cadenas de suministro, como las emisiones de CO2, el consumo de agua, la pérdida de biodiversidad y los derechos humanos. Sin embargo, la mayoría de estos datos no están disponibles actualmente en los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERP, por sus siglas en inglés) ni en otros sistemas centrales de las empresas.

De manera similar, los nuevos cálculos fiscales del Segundo Pilar requieren más de 270 datos distintos para cada entidad constituyente, y las empresas globales pueden tener cientos de estas entidades. Según nuestra experiencia con clientes, solo la mitad de estos datos detallados se encuentran en los sistemas centrales de las empresas. El resto debe ser rastreado, verificado y combinado a partir de diversas aplicaciones y hojas de cálculo en toda la organización.

Para las empresas que buscan nuevas formas de crear, entregar y capturar valor, la falta de acceso a datos adecuados es un obstáculo significativo para implementar su estrategia. Las nuevas normativas, como la CSRD y el Segundo Pilar, están diseñadas para fomentar cambios en el comportamiento empresarial. A medida que las empresas adaptan o reinventan sus modelos para alinearse con una era de negocios sostenibles y responsables, sus líderes necesitan datos de alta calidad en los que puedan confiar para tomar decisiones informadas.

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La confianza de las partes interesadas también está en juego. Si las empresas no confían plenamente en la calidad de la información que divulgan, pueden enfrentar riesgos reputacionales con consecuencias graves. Los consumidores demandan cada vez más niveles altos de gestión medioambiental y transparencia en los datos, y persisten en su escepticismo. Según la Encuesta de Confianza 2024 de PwC, hay una creciente brecha de confianza entre consumidores y empresas: el 90 % de los ejecutivos cree que sus clientes confían mucho en sus empresas, mientras que solo el 30 % de los consumidores realmente lo hace. Esta brecha de 60 puntos porcentuales es tres puntos mayor que la registrada en 2022 y 2023

Los accionistas también están preocupados por la veracidad de la información que se les proporciona. La última Encuesta Global de Inversionistas de PwC reveló una gran falta de confianza en la sostenibilidad: el 94 % de ellos considera que los informes de sostenibilidad de las empresas contienen al menos algún grado de afirmaciones sin fundamento, frente al 87 % del año anterior.

¿Cómo deben enfrentar los directivos estas cuestiones complejas e interrelacionadas?

La solución comienza con una conversación integral entre los altos directivos, incluido el gerente general, sobre la estrategia de datos, las operaciones fiscales y todos los aspectos relacionados con ESG. Según nuestra experiencia, muchos equipos directivos descubren que su enfoque actual está fragmentado y carece de los recursos necesarios en relación con el valor en juego. Lo que se necesita es un enfoque unificado, impulsado desde la junta directiva, que alinee los desafíos de cumplimiento con los conocimientos necesarios para respaldar las aspiraciones de la alta dirección sobre cómo la empresa creará valor en el futuro.

Más allá de la Directiva sobre Información Corporativa en materia de Sostenibilidad

Más allá de la Directiva sobre Información Corporativa en materia de Sostenibilidad

Las empresas están preparándose para cumplir con las nuevas normativas de información sobre sostenibilidad establecidas por la Unión Europea, la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) y el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad. De estos tres grandes mandatos, el de la UE destaca por su alcance y complejidad. La Directiva de la UE exige que las empresas evalúen la importancia de los temas de sostenibilidad a lo largo de sus cadenas de valor y determinen qué de los más de 1.000 datos relevantes deben divulgar. Esta normativa se aplica a aproximadamente 50.000 empresas que cotizan en bolsa en la UE o realizan operaciones significativas en la región, sin importar su lugar de sede. En comparación, las nuevas normas de divulgación de información climática de la SEC en EE.UU. tienen un alcance más limitado.

De acuerdo con la Directiva, los directivos también deben proporcionar informes cualitativos sobre cómo han evaluado las oportunidades y riesgos relacionados con la sostenibilidad. Esto incluye el impacto de la empresa en el medio ambiente y la sociedad y sus planes para gestionar estos riesgos, oportunidades e impactos.

Aunque muchas empresas ya elaboran informes anuales de sostenibilidad, los procesos, a menudo manuales, en los que se basan estas divulgaciones voluntarias deberán someterse a una profunda reestructuración y digitalización para cumplir con los nuevos requisitos obligatorios de información. El CSRD exige a las empresas que informen no solo sobre la sostenibilidad de sus propias operaciones, sino también sobre toda su cadena de valor, incluidas las emisiones de gases de efecto invernadero de Alcance 3. Esto implica que las empresas tendrán que depender de los datos proporcionados por proveedores, clientes y fuentes externas.

Además, la Directiva requiere garantías en la información, comenzando con un nivel de verificación limitado. Esto significa que la información debe ser recopilada de manera controlada, repetible y bien documentada, y estar preparada para soportar el escrutinio de auditores externos.

El CSRD ofrece a los líderes una oportunidad para explorar cómo el cambio climático y la sostenibilidad desafían los modelos empresariales actuales y abren puertas a la colaboración profunda y la reinvención.

Sin embargo, considerar los informes de sostenibilidad únicamente como una acción de cumplimiento sería un error. Según la Encuesta Global de Inversionistas de PwC, tres cuartas partes de ellos desean que las empresas informen sobre cómo los riesgos y oportunidades de sostenibilidad afectan sus estados financieros, así como sobre el coste de cumplir con los compromisos de sostenibilidad. Además, el 69 % de los inversionistas indicó que aumentará su nivel de inversión en empresas que gestionen eficazmente las cuestiones de sostenibilidad.

En este contexto, el CSRD representa una oportunidad para que los líderes examinen cómo el cambio climático y la sostenibilidad desafían los modelos empresariales actuales, y para descubrir oportunidades de colaboración y reinvención. Al hacerlo, las empresas pueden fortalecer sus relaciones con los inversionistas y mejorar su acceso al capital.

El reto del Segundo Pilar

El reto del Segundo Pilar

El Segundo Pilar, coordinado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y respaldado por 139 países, representa el primer sistema mundial verdaderamente global para el impuesto de sociedades. Su objetivo principal es disuadir a las empresas de trasladar sus beneficios a jurisdicciones con baja tributación y evitar una "carrera a la baja" en las tasas del impuesto de sociedades, que surge cuando los países compiten para atraer inversión extranjera directa. Este sistema establece un impuesto mínimo global del 15 % sobre los beneficios para las empresas multinacionales con ingresos anuales consolidados de 750 millones de euros o más. A partir de 2024, cualquier multinacional que cumpla con este umbral y opere en países que hayan adoptado el Segundo Pilar deberá ajustarse a este nuevo sistema global, sin importar su lugar de sede.

Es crucial destacar que el Segundo Pilar sigue la tendencia global de alinear las obligaciones fiscales con los territorios donde las empresas realizan inversiones, operan, crean valor y venden productos y servicios. Los cálculos requeridos por el Segundo Pilar deben considerarse en la toma de decisiones operativas y estratégicas, tales como la planificación de ubicación, la gestión de la cadena de suministro y las fusiones y adquisiciones.

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Es importante recordar que incluso pequeños cambios en el tipo impositivo efectivo de una multinacional pueden resultar en cientos de millones de dólares adicionales en gastos fiscales.

El Segundo Pilar también debe ser considerado en el contexto de ESG. Junto con la información pública país por país (CbCR), una iniciativa relacionada de la OCDE, este nuevo régimen pone énfasis en la contribución fiscal total de las empresas. Los ejecutivos necesitan datos fiables no sólo para calcular con precisión las obligaciones fiscales, sino también para mantener conversaciones detalladas sobre el enfoque fiscal general de la empresa, como parte de su compromiso con la responsabilidad social. La información fiscal está cada vez más orientada a un público amplio, que incluye clientes y colaboradores, y debe incorporar elementos narrativos que aborden la estrategia y la gobernanza, además de las cifras.

Desde el punto de vista de la estrategia de datos, el Segundo Pilar aumenta considerablemente la carga y la complejidad del análisis del impuesto de sociedades. Como se mencionó anteriormente, solo la mitad de los datos detallados necesarios para los cálculos del Segundo Pilar, como la nómina global en cada jurisdicción donde opera la empresa, suelen estar disponibles en los sistemas ERP y otros sistemas centrales. El resto de la información se encuentra en sistemas dispersos, que incluyen funciones de recursos humanos, jurídica, informática y de control.

Para incrementar la complejidad, las multinacionales deben considerar cómo se aplican las normas del Segundo Pilar en diferentes jurisdicciones y cómo interactúan entre sí al realizar los cálculos. Además, estas normas están en constante evolución, con la publicación de nuevas directrices y la promulgación de legislación en más países. Por lo tanto, es crucial optimizar la agilidad de los flujos de datos, los procesos y los sistemas de cálculo relacionados con el Segundo Pilar.

Liderazgo y responsabilidad

Liderazgo y responsabilidad

Un problema común es tratar la estrategia de datos únicamente como una tarea técnica orientada al cumplimiento, en lugar de verla como una oportunidad para establecer las bases de la futura creación de valor. Un primer paso crucial es colaborar con el equipo ejecutivo para alinear cómo los datos, el análisis y los informes pueden apoyar la agenda a largo plazo de la empresa. Sin el respaldo de la alta dirección, es probable que se generen soluciones fragmentadas, cada una abordando solo una parte del problema y creando costos y complejidad innecesarios.

Nuestra experiencia muestra que los directores financieros están en una posición favorable para liderar la agenda de datos relacionada con la tributación y la sostenibilidad. Esto se debe en parte a su supervisión de los sistemas actuales de recopilación de datos y a su rol como administradores de los datos financieros. Ellos están familiarizados con las mejores prácticas en informes y divulgación. Además, como responsables de la estrategia de asignación de capital a las iniciativas prioritarias, tienen una perspectiva ideal para guiar la visión de los datos y el análisis.

Las funciones del director de información y del director de tecnología son igualmente cruciales. La estrategia y transformación de los datos fracasarán si las inversiones en tecnología no están completamente alineadas con ella. En la práctica, esto implica aprovechar al máximo las inversiones existentes en ERP, soluciones en la nube y otras tecnologías para construir una plataforma de datos y análisis que sea escalable y rentable a largo plazo.

En cuanto al director de datos, cuando esta función existe, debe estar muy involucrado, dado su rol en garantizar que la información se proporcione de manera oportuna y clara en toda la empresa. Sin embargo, un estudio de PwC Alemania revela que solo una cuarta parte de las principales empresas del mundo tienen un director de datos, y muchos de estos cargos son relativamente nuevos. Por esta razón, seguimos recomendando que, para la mayoría de las empresas, el director financiero es el más adecuado para liderar esta agenda.

Adoptar la transformación de datos

Adoptar la transformación de datos

Es fundamental que el equipo ejecutivo comparta una visión común para implementar una estrategia de datos que abarque diversos flujos de trabajo bajo una gobernanza unificada. Aunque los departamentos de finanzas, sostenibilidad, tributación y tecnología tendrán roles clave, la variedad y profundidad de los requisitos de datos requieren la colaboración de numerosas otras áreas de la empresa, como legal, recursos humanos, marketing, ventas, control y front-office en todos los territorios.

Pasos para implementar la transformación de datos

Evaluar el estado actual

Examina la arquitectura de datos, los sistemas, los procesos, las capacidades tecnológicas y los recursos disponibles. Con base en esta evaluación, planifica un estado futuro que no solo cumpla con las obligaciones reglamentarias, sino que también proporcione los datos y análisis necesarios para apoyar la visión de creación de valor de la empresa.

Diseñar un modelo operativo

Desarrolla un modelo operativo que respalde el estado futuro. Esto incluye la selección de plataformas de datos, la estructura de la arquitectura de datos, los procesos habilitados por tecnología, los motores de cálculo, el modelo de recursos, el cumplimiento y una gobernanza eficaz.

Considerar modelos de subcontratación conjunta

Evalúa la posibilidad de subcontratar ciertas funciones relacionadas con el cumplimiento y la gestión de datos. Esto permitirá a los equipos internos centrarse en su rol como socios estratégicos y en proporcionar información valiosa para tomar decisiones más informadas.

Desarrollar habilidades y capacidades en los colaboradores

Es fundamental formar a los trabajadores en conocimientos básicos sobre datos y gobernanza, es decir, cómo se gestionan los activos de datos para asegurar su fiabilidad y cumplimiento de políticas y normativas. Además, de cara al futuro, los colaboradores necesitarán adquirir habilidades para trabajar eficazmente con herramientas de IA generativa. Esto incluye la ingeniería rápida, la validación de los resultados generados por esta tecnología y la comprensión de cuándo es apropiado y cuándo no utilizarla.

Aprovechar la IA

Aprovechar la IA

Las herramientas de IA generativa tienen un gran potencial para optimizar el trabajo en la elaboración de informes de sostenibilidad, impuestos y cumplimiento normativo. Las versiones privadas de estos modelos, que operan en entornos seguros, combinan información pública con datos específicos de la empresa para proporcionar respuestas precisas a diversas consultas.

Desde nuestra experiencia, la IA generativa debe considerarse más como una herramienta para mejorar la eficiencia y aumentar la capacidad de los equipos, en lugar de ser vista únicamente como un medio de automatización. Es crucial implementar controles y equilibrar el uso de está tecnología con la supervisión de profesionales experimentados que revisen y ajusten algunos de los resultados generados. Recomendamos un enfoque que combine lo mejor de la tecnología y el toque humano, donde las decisiones clave y el trabajo esencial sean realizados por personas, mientras que la IA generativa se encarga de tareas como buscar y procesar datos, resumir documentos e incluso escribir software simple.

La calidad de los resultados de la IA generativa depende en gran medida de los datos que se utilizan como entrada. Por ello, es crucial disponer de una infraestructura de datos sólida para implementarla de manera eficaz. Una infraestructura adecuada permite evaluar los tipos y volúmenes de información disponibles en la empresa, así como su gestión y aplicación en todas las áreas. Además, facilita la identificación de limitaciones y brechas en los datos que deben considerarse al desarrollar y aplicar la lógica de la IA generativa.

Ampliar los controles y las garantías

Ampliar los controles y las garantías

La línea tradicional entre la información financiera destinada a inversores y otras divulgaciones está cambiando. Por ejemplo, algunas divulgaciones de sostenibilidad no financiera ahora requieren una garantía según el CSRD, lo que implica que los directores financieros deben proporcionar pruebas suficientes sobre la fiabilidad de la información para que un auditor independiente pueda emitir una opinión. Este es un campo nuevo y en evolución.

Las partes interesadas están presionando por evaluaciones independientes realizadas por terceros para examinar el impacto social de las empresas. En Estados Unidos, por ejemplo, los accionistas han propuesto auditorías externas de las prácticas empresariales relacionadas con el trabajo organizado y las condiciones laborales. Este aumento en el escrutinio exige una atención más rigurosa a la gobernanza, los procesos y la documentación, que son la base de la confianza y la auditabilidad, incluso cuando la normativa no exige explícitamente una garantía.

Por tanto, es claro que hay un argumento creciente para que el controlador ESG trabaje de cerca con los directores de sostenibilidad y otros líderes funcionales. Esta colaboración garantiza que la información ESG sea de alta calidad, aprovechando la experiencia acumulada en la gestión de datos financieros.

Este artículo está basado en el artículo “Data strategy for a new era of tax, sustainability and value creation” de PwC Global. Esta versión es organizada y revisada por PwC Colombia.


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