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Tres bancos estadounidenses entraron en resolución voluntaria u ordenada por el Gobierno entre el 8 y el 12 de marzo. Los tres bancos enfrentaron desafíos de liquidez debido a las altas salidas de depósitos y la capacidad reducida para generar nueva liquidez.
En este artículo discutimos los eventos que llevaron al colapso de los bancos estadounidenses. También brindamos puntos de vista iniciales sobre las respuestas que probablemente darán los reguladores, así como los pasos que las aseguradoras deberían considerar para fortalecer su resiliencia frente al estrés del mercado.
Varios factores llevaron a la resolución de los bancos estadounidenses, incluida la pérdida de confianza del mercado y los desajustes en los balances que, en conjunto, provocaron el agotamiento de la liquidez y del capital de los bancos. Los factores contribuyentes incluyen:
Exceso de liquidez invertido en bonos a largo plazo.
Las subidas posteriores de las tasas de interés provocaron una caída en el valor de estos bonos.
Los clientes redujeron sus depósitos después de la pandemia debido a un mayor gasto y a inversiones alternativas más atractivas.
Las pérdidas que erosionan el capital se cristalizan cuando las carteras de inversión se venden para financiar esos retiros.
Bases de clientes habilitadas digitalmente que luego pierden la confianza y comienzan a retirar su dinero a un ritmo que agota, aún más, el capital y la liquidez.
Se han planteado varias preguntas alrededor de esta situación, sobre todo en lo que respecta al riesgo de contagio: si el colapso del banco, junto con la adquisición organizada por el Gobierno suizo de un banco global con sede en Suiza, podría afectar otros sectores de la industria de Servicios financieros como los seguros. En la crisis financiera mundial de 2008, vimos que las aseguradoras se vieron afectadas negativamente junto con los bancos. Esto se debió principalmente a la interconexión de los bancos con la economía en general, incluidas las aseguradoras, así como a las malas decisiones de inversión tomadas por estas últimas.
Después de la crisis financiera, los reguladores europeos y estadounidenses endurecieron sus reglas para reducir las posibilidades de que volviera a ocurrir una crisis financiera de este tipo. Si bien hubo una reforma bancaria significativa, también vimos que Solvencia II reformó significativamente el panorama regulatorio para el sector asegurador en Europa.
Como tal, los sectores bancario y de seguros en Europa son más resistentes, desde el punto de vista financiero y operativo, comparado con antes de la crisis financiera. No obstante, si bien las estructuras y regulaciones institucionales clave difieren según la jurisdicción, las últimas semanas han funcionado como un recordatorio de que muchos de los riesgos presentes en los EE. UU. están igualmente presentes en Europa y en el resto del mundo. Los riesgos aumentan claramente por las condiciones macroeconómicas actuales: la invasión de Rusia a Ucrania, lo cual está estrechamente relacionado con la interrupción de la cadena de suministro, la alta inflación y los aumentos en las tasas de interés.
También será interesante ver el impacto, si lo hay, que pudieran tener los eventos mencionados anteriormente en el sector Insurtech (innovación, uso de nuevas tecnologías y desarrollo de nuevos productos y/o servicios para el sector asegurador). Históricamente, los bancos consolidados han sido menos propensos a otorgar préstamos a nuevas empresas de tecnología de alto crecimiento, y en esta etapa no está claro si este interés cambiará. Lo anterior es importante dado que, hasta ahora, han sido principalmente los prestamistas especializados (como los bancos estadounidenses colapsados) los que han brindado acceso a la financiación para el sector Insurtech.
Sin duda, los acontecimientos recientes harán que los reguladores se enfoquen en las aseguradoras de mayor importancia sistémica. Los reguladores reconocen que el sector de los seguros desempeña un papel fundamental en el apoyo a importantes áreas de actividad económica, la inversión a largo plazo y la provisión de ingresos para la jubilación. Los acontecimientos recientes arrojan luz sobre la importancia de que las aseguradoras sean lo suficientemente ágiles para poder navegar a través de los riesgos macroeconómicos implícitos en sus modelos de negocio. El gobierno y la gestión de riesgos efectivos para impulsar balances prudentes, la liquidez y la gestión del riesgo respecto a las tasas de interés se vuelven aún más críticos durante tiempos económicos desafiantes e inciertos.
Por el lado de Colombia, los reguladores han venido trabajando en esta implementación por medio de regulaciones basadas en las directrices de Basilea para el sector Bancario colombiano, sin embargo, en lo relacionado a temas de solvencia el camino todavía es largo para las entidades aseguradoras, debido a que no se cuenta con una normatividad aplicable y porque hasta ahora se está evaluando su aplicación. La duda que se plantea es si estos eventos internacionales generarán un push en la agenda de los reguladores en Colombia.
Los reguladores querrán saber si los comités ejecutivos tienen la suficiente comprensión y supervisión de la adecuación de las reservas, cómo la administración está realizando el análisis de escenarios y de los riesgos asociados a la operación en un clima económico incierto. También querrán saber si los miembros de la Junta Directiva tienen la experiencia suficiente para cuestionar sus negocios en estos asuntos.
Es probable que las condiciones económicas actuales conduzcan a un interés regulatorio continuo en cómo las aseguradoras de vida, en particular, están administrando su exposición al riesgo de crédito y concentración. Por otro lado, los reguladores querrán hacer un escrutinio de las exposiciones a ciertos activos, particularmente aquellos afectados por el entorno de tasas de interés más altas. El regulador ya ha dejado en claro que espera que las aseguradoras de vida realicen pruebas de estrés sólidas en su planificación de capital, frente a escenarios crediticios adversos y prolongados.
Con respecto a las aseguradoras de propiedad y accidentes, es probable que el regulador aumente, aún más, su enfoque en cómo se administran los precios subyacentes, las reservas, la planificación comercial y el modelo de capital, dadas las presiones inflacionarias.
El regulador ya ha dejado claro que las aseguradoras deben considerar la resiliencia de sus reaseguradoras. Debido a la creciente interconexión entre las economías mundiales, es más común que el reaseguramiento se efectúe con reaseguradoras extraterritoriales, por tanto, el regulador puede querer ver evidencia respecto a la diligencia debida que realizan las aseguradoras en la cesión del riesgo a otras jurisdicciones
Las pruebas de estrés y escenarios son una herramienta central de gestión de riesgos, así como la planificación para eventos de riesgo graves pero probables. El regulador puede aumentar su escrutinio de las pruebas de estrés y escenarios que implementan las aseguradoras, incluida la escala y la gravedad de los escenarios.
El regulador consultará sobre los requisitos detallados para que las aseguradoras preparen planes de salida. Los requisitos se establecerán sobre la base de la proporcionalidad y, por lo tanto, serán proporcionales al tamaño e impacto de la aseguradora. Es probable que los eventos recientes influyan significativamente en la manera en la que el regulador da forma a su consulta sobre estos temas.
Los reguladores emitieron reglas sobre resiliencia operativa en 2021. A estas alturas, las aseguradoras deberían haber identificado y mapeado sus servicios comerciales importantes y establecido tolerancias de impacto. En el futuro, según las reglas, los reguladores esperan que las aseguradoras demuestren su capacidad para operar dentro de esas tolerancias de impacto. Es probable que los reguladores vigilen cómo las aseguradoras demuestran su capacidad para operar dentro de sus tolerancias de impacto.
Este artículo está basado en el artículo "Recent market events: implications for the UK insurance sector” de PwC UK La traducción del texto original (en inglés) es organizada y revisada por PwC Colombia.