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Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo, cuenta con ecosistemas que se extienden desde los Andes hasta la Amazonía, ofreciendo servicios ecosistémicos esenciales como la regulación del clima y la conservación del agua. El aprovechamiento de estos recursos y la necesidad de desarrollo deben avanzar hacia un modelo económico que priorice la protección y el uso sostenible a través de estrategias de financiamiento innovadoras y nuevos modelos de negocio.
El panorama general de las finanzas para la biodiversidad en Colombia se enmarca en el Plan de Acción de Biodiversidad de Colombia al 2030 (NBSAP), cuya última versión fue presentada durante la 16ª Conferencia de las Partes (COP 16) en Cali en 2024. Este plan incluye 25 indicadores que abarcan estrategias de conservación, restauración, seguridad y tecnología. Para 21 de estos indicadores, el presupuesto total supera los 19.000 millones de USD, con una necesidad anual de casi 3.000 millones de USD desde 2023 hasta 2030. Se espera que el 65 % de estos recursos provenga de fondos públicos, aunque actualmente se enfrenta a un déficit de financiación del 32 %1.
Colombia, uno de los países más biodiversos del mundo, cuenta con ecosistemas que se extienden desde los Andes hasta la Amazonía, ofreciendo servicios ecosistémicos esenciales como la regulación del clima y la conservación del agua. El aprovechamiento de estos recursos y la necesidad de desarrollo deben avanzar hacia un modelo económico que priorice la protección y el uso sostenible a través de estrategias de financiamiento innovadoras y nuevos modelos de negocio.
El panorama general de las finanzas para la biodiversidad en Colombia se enmarca en el Plan de Acción de Biodiversidad de Colombia al 2030 (NBSAP), cuya última versión fue presentada durante la 16ª Conferencia de las Partes (COP 16) en Cali en 2024. Este plan incluye 25 indicadores que abarcan estrategias de conservación, restauración, seguridad y tecnología. Para 21 de estos indicadores, el presupuesto total supera los 19.000 millones de USD, con una necesidad anual de casi 3.000 millones de USD desde 2023 hasta 2030. Se espera que el 65 % de estos recursos provenga de fondos públicos, aunque actualmente se enfrenta a un déficit de financiación del 32 %1.
Para compensar este déficit, los programas de cooperación internacional, impulsados por acuerdos internacionales y compromisos multilaterales, financian una serie de proyectos ambientales y de conservación de la biodiversidad. Por ejemplo, se estima que Colombia recibe financiación de más de 20 fondos de cooperación nacional e internacional a través de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) o la Organización de las Naciones Unidas (ONU), así como de algunos gobiernos, ONG, comunidades y proyectos2.
Sin embargo, el sector financiero tiene un potencial considerable aún por explorar en la financiación de la biodiversidad. Con un enfoque integral en la evaluación de riesgos y oportunidades, la movilización de capital y el diseño de mecanismos de inversión, puede implementar estrategias que permiten transformar la relación entre el desarrollo económico y la conservación.
Incorporar el concepto de doble materialidad en las evaluaciones financieras para entender cómo las organizaciones impactan y dependen de la naturaleza.
Fomentar una mayor comprensión de las complejidades e interrelaciones de los sistemas naturales en la planificación financiera.
Diseñar, innovar e implementar productos financieros que integren criterios de biodiversidad en sus evaluaciones de riesgo.
La integración del sector financiero con los compromisos en sostenibilidad y biodiversidad en Colombia ha generado un nuevo panorama de productos y mecanismos financieros que ofrecen oportunidades de inversión sostenibles y rentables para fortalecer la transformación del modelo económico en el país.
A pesar de los avances, persisten desafíos importantes en el financiamiento para la biodiversidad en Colombia. La brecha significativa en el financiamiento necesario para metas de mitigación y adaptación, la alta dependencia de financiamiento gubernamental y la falta de conocimiento y capacidad técnica en el sector financiero son algunos de los principales retos. Sin embargo, también existen oportunidades en el desarrollo de nuevos modelos de negocio, economía circular, la implementación de tecnologías y el fortalecimiento de capacidades del sector financiero para la gestión de riesgos y oportunidades.
El ecosistema financiero debe actuar de manera sistémica en pro de la biodiversidad a través de instrumentos financieros innovadores, para lograr inversiones que puedan mitigar riesgos climáticos a largo plazo y promover oportunidades de innovación y acción por la naturaleza. Esto solo es posible al llenar los vacíos en el entendimiento de las complejidades de los sistemas y sus interrelaciones asociados a la afectación de los servicios ecosistémicos a causa de actividades productivas.
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. (2024). Plan de acción de biodiversidad de Colombia al 2030. Recuperado de https://www.minambiente.gov.co/wp-content/uploads/2024/10/WEB_PLAN-DE-BIODIVERSIDAD-B12_C4POR-PAGINA1.pdf
Departamento Nacional de Planeación. (s.f.). ¿Cuáles son las fuentes de financiamiento climático? Recuperado de https://finanzasdelclima.dnp.gov.co/movilizacionrecursos/gestion-acceso-financiacion/Paginas/cuales-son-las-fuentes-de-financiamiento-climatico.aspx
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. (s.f.). ¿Qué es REDD+? Recuperado de https://www.minambiente.gov.co/mercados-de-carbono/que-es-redd/
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