En mayor o menor medida, todas las empresas dependen de la naturaleza. Esta proporciona a las empresas recursos valiosos, como madera y agua. Y, además, mitiga las inundaciones y elimina la contaminación.
Las dependencias de la naturaleza, como cualquier otra dependencia, exponen a las empresas a riesgos. Además, a medida que los consumidores y los inversionistas se preocupen más por la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, las empresas se enfrentarán a un mayor escrutinio para gestionar sus impactos y reducir los riesgos relacionados con los recursos naturales que amenacen sus negocios.
La exposición de las empresas a los riesgos de la naturaleza puede ser sorprendentemente amplia. En cinco industrias, encontramos que el valor económico de las operaciones de las empresas depende mucho de la naturaleza. Este valor representa alrededor del 12 % del PIB mundial.
En otras 11 industrias, al menos el 35 % del valor económico depende mucho o moderadamente de la naturaleza. Esto significa que los cambios en los ecosistemas podrían afectar los rendimientos financieros de las empresas. Incluso las industrias que dependen poco de sus operaciones tienen algún riesgo. Lo anterior se debe a sus altas y moderadas dependencias en las cadenas de valor.
La dependencia generalizada de la naturaleza también se traduce en exposición al riesgo para los inversionistas. Nuestro análisis a 19 grandes bolsas de valores evidencia que más de la mitad del valor de mercado de las empresas que cotizan en bolsa está sujeto a riesgos relacionados con la naturaleza.
La evidencia científica del deterioro de la naturaleza indica que cada vez es más probable que los riesgos de esta se materialicen en las empresas. Dadas estas dinámicas, creemos que los líderes empresariales harían bien en tomar ciertas medidas.
Una de ellas es medir la base de referencia de las empresas, es decir, las dependencias e impactos de la naturaleza. También es importante cuantificar los riesgos y oportunidades que están asociados. Otra medida es mejorar los mecanismos para recopilar y gestionar datos relacionados con la naturaleza, lo que ayudará a tomar decisiones empresariales y a cumplir con los requisitos de divulgación; es probable que esto implique una mayor participación a lo largo de la cadena de valor.
Y una tercera medida es establecer objetivos para neutralizar los riesgos e impactos de la naturaleza y trabajar hacia un modelo de negocio positivo, uno que mejore el capital natural y conserve los servicios ecosistémicos. En conjunto, estas medidas pueden ayudar a los líderes a gestionar las interacciones de sus empresas con la naturaleza de maneras que beneficien a sus numerosos grupos de interés y al mundo que todos compartimos.
de la capitalización bursátil que cotiza en 19 bolsas importantes está expuesta a riesgos de naturaleza material.
Industrias dependen un 100 % de la naturaleza para sus operaciones directas.
La mayoría de las empresas dependen de materiales y servicios provenientes de ecosistemas naturales, pero a veces es difícil detectar esas dependencias. Para ello es necesario hacer un inventario de los bienes utilizados a lo largo de la cadena de valor de una empresa y rastrearlos hasta sus fuentes biológicas, así como trazar un mapa de las funciones de los ecosistemas que facilitan la actividad empresarial.
Por ejemplo, las industrias de automotriz y construcción ilustran algunas de las muchas formas en que las empresas dependen de la naturaleza. Los fabricantes de automóviles equipan los automóviles y camiones con neumáticos, mangueras y otras piezas hechas de caucho natural. Para fabricar vehículos eléctricos, adquieren baterías que contienen litio, un mineral que puede requerir una cantidad sustancial de agua para su extracción y procesamiento.
En la industria de la construcción, los proveedores de madera dependen de los bosques para producir madera, y los bosques no pueden prosperar sin un suelo sano. Del mismo modo, los clientes de las empresas de construcción, como los promotores inmobiliarios, pueden depender de paisajes naturales intactos para aumentar los valores de las propiedades y aumentar la demanda de nuevas viviendas.
En estos ejemplos, la madera, el agua y el caucho que utilizan las empresas representan bienes ambientales y son el resultado de funciones ecosistémicas conocidas como servicios de abastecimiento. No menos importantes son los “servicios de regulación”, como la regulación del caudal de agua, que irriga los bosques. Los paisajes naturales que aparecen en los proyectos inmobiliarios se consideran “servicios culturales”, y la formación del suelo, que permite el crecimiento de los bosques, es un tipo de “servicio de apoyo”. El resultado, por supuesto, es que las empresas dependen de estos bienes ambientales y servicios ecosistémicos, y de muchos otros, para hacer negocios.
Pero ¿qué sucede con las empresas cuando los ecosistemas se deterioran? La respuesta breve es que se enfrentan al riesgo de sufrir costosas perturbaciones, y ese riesgo va en aumento. Un informe de 2019 de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés), un organismo designado por las Naciones Unidas afirma que 14 de las 18 categorías de servicios ecosistémicos han estado en declive desde 1970, y un millón de especies están en riesgo de extinción debido a la actividad humana.
Una investigación reciente del WWF muestra que las poblaciones de vida silvestre, que sirven como indicadores de la salud de los ecosistemas, han disminuido casi un 70 % en los últimos 50 años. Tal como están las cosas, muchas empresas pueden estar atrayendo riesgos físicos para la naturaleza al degradar los ecosistemas de los que dependen.
Otra forma de riesgo relacionado con la naturaleza, conocida como riesgo de transición, se produce cuando los reguladores, los creadores de normas, los inversionistas y otras partes interesadas presionan a las empresas para que rindan cuentas de sus impactos en la naturaleza y adopten prácticas respetuosas con ella. Los representantes de casi 200 gobiernos acordaron en diciembre de 2022 adoptar el Marco Mundial para la Diversidad Biológica Kunming-Montreal (GBF, por sus siglas en inglés), que insta a los países a establecer requisitos de divulgación para las empresas, fijar objetivos para proteger la naturaleza, eliminar incentivos que la dañan y aumentar la financiación para la conservación, entre otras medidas.
Los requisitos de divulgación y las normas de presentación de informes ya están tomando forma. Por ejemplo, la presentación de informes sobre la naturaleza está especificada en la Directiva de presentación de informes de sostenibilidad corporativa (CSRD, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea. Paralelamente, el Grupo de trabajo sobre divulgación financiera relacionada con la naturaleza (TNFD, por sus siglas en inglés) impulsado por el mercado ha creado un marco para la presentación de informes sobre la naturaleza, con el apoyo de la industria y de numerosos gobiernos. Estos avances deberían aportar coherencia a la forma en que las empresas miden e informan sobre cuestiones relacionadas con la naturaleza.
El ritmo cada vez más acelerado de deterioro de los ecosistemas y la respuesta de la sociedad hacen que la pérdida de la naturaleza sea un problema tan urgente como el cambio climático. Para gestionar los riesgos que puede causar la pérdida de la naturaleza, las empresas deben determinar primero dónde podrían surgir dichos riesgos, empezando por una evaluación de sus propias dependencias de la naturaleza.
Al analizar las dependencias de la naturaleza de la empresa, los ejecutivos pueden guiarse por una comprensión general de dónde existen dependencias en la industria. Cada una de las 20 industrias que estudiamos está expuesta al riesgo debido a una dependencia alta o moderada de la naturaleza en algún punto de su cadena de valor.
Además, los inversionistas también querrán analizar a profundidad los riesgos potenciales: en diez de las 19 principales bolsas de valores, más de la mitad del valor de las empresas que cotizan en bolsa muestra una dependencia alta o moderada de la naturaleza.
Estimamos la dependencia de las industrias respecto de la naturaleza utilizando información de la base de datos ENCORE (Exploring Natural Capital Opportunities, Risks and Exposure), que registra la dependencia de la naturaleza a nivel sectorial, y la base de datos EXIOBASE, que registra la oferta, el uso, la entrada y la salida de productos a nivel de país. Este análisis mostró que la mayoría de las industrias tienen una dependencia alta o moderada de la naturaleza en sus operaciones directas. También se dan dependencias altas y moderadas en las cadenas de suministro o las bases de clientes de las industrias, incluso en industrias con dependencias mínimas en sus propias operaciones. Para simplificar las cosas, agrupamos las 20 industrias en tres categorías según sus niveles de dependencia.
En cinco industrias, entre ellas la agricultura y la silvicultura, el 100 % del valor económico generado por las operaciones directas muestra una alta dependencia de la naturaleza. Además, al menos el 50 % del valor económico producido por las cadenas de suministro de las industrias depende en gran medida de la naturaleza. La construcción es la industria más grande de esta categoría, con operaciones directas que representan 6,5 billones de dólares de valor económico. En conjunto, las cinco industrias de este grupo producen más de 13 billones de dólares de valor económico, el 12 % del PIB mundial.
Las empresas dependen de la naturaleza, por lo que los accionistas también dependen de ella. Según las clasificaciones de dependencia a nivel sectorial de la base de datos ENCORE, calculamos la dependencia de los accionistas de la naturaleza en cada una de las 19 principales bolsas de valores calculando la dependencia del valor de mercado de las empresas que cotizan en bolsa. La dependencia general de la naturaleza de estas empresas cotizadas es cercana a la de la economía global, con un poco más de la mitad del valor de la empresa expuesta al riesgo financiero a través de una dependencia alta o moderada de la naturaleza.
Es posible que no pase mucho tiempo antes de que los problemas relacionados con la naturaleza afecten los resultados de su empresa. Por ese motivo, recomendamos que los ejecutivos consideren la naturaleza al mismo nivel que el cambio climático en sus evaluaciones de riesgos.
Los líderes con visión de futuro buscarán posibilidades de crear modelos de negocio positivos para la naturaleza que no solo mitiguen los riesgos, sino que también fortalezcan los retornos financieros y beneficien a la sociedad. También podrían encontrar oportunidades para abordar las prioridades climáticas y las prioridades de la naturaleza al mismo tiempo. Por ejemplo, muchas soluciones basadas en la naturaleza para el cambio climático, como la reforestación, ayudan a capturar emisiones y, al mismo tiempo, mejoran la biodiversidad, dirigen capital a las economías en desarrollo y apoyan a los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Independientemente de si priorizan la mitigación de riesgos, la creación de valor o ambas, todos los ejecutivos pueden beneficiarse al adoptar tres medidas para gestionar la dependencia de la naturaleza de su empresa:
Para gestionar de forma adecuada las dependencias y los impactos ambientales, es necesario contar con fuentes de datos, sistemas y controles confiables. Estos también facilitan el cumplimiento de los requisitos de divulgación, ayudando a explicar a inversionistas y otras partes interesadas la importancia de gestionar los aspectos ambientales. Sin embargo, estos recursos pueden requerir tiempo para implementarse, y los líderes deben planificar con anticipación.
CDP, una organización especializada en la evaluación de informes de sostenibilidad corporativa, estima que las empresas necesitan entre 12 y 18 meses para preparar sus divulgaciones parciales sobre temas de naturaleza, y de dos a tres años para cumplir con los requisitos completos. El proceso puede requerir que se consideren requisitos específicos de cada territorio, dado que los riesgos y oportunidades ambientales suelen estar localizados.
Este artículo está basado en el artículo “Managing nature risks: From understanding to action” en The Leadership Agenda de PwC Global. Esta versión es organizada y revisada por PwC Colombia.
Conoce el Manual de Estrategias para la Naturaleza, una guía que ayuda a las empresas a desarrollar estrategias sólidas sobre los recursos naturales.
En la COP16, PwC, Wise Responder y la Cámara de Comercio de Cali nos unimos en un esfuerzo de poner al sector privado y a la sostenibilidad en el corazón de esta conversación.
A poco más de cinco años para 2030, es crucial intensificar los esfuerzos para evitar un aumento de la temperatura global de 1,5 ºC en 2050.
La tecnología adecuada es crucial para la estrategia de reportes ESG. Toma decisiones basadas en datos eficientes y ve más allá del cumplimiento regulatorio.