¿Qué viene para los mercados bancarios y de capitales?
Julio 12, 2022
2022: No 'vuelta a la normalidad' para los bancos
“Podría ser peor”, es posible que muchos CEO de bancos hayan comenzado el año esperando que 2022 ofreciera resultados atractivos, incluso si no fueran tan positivos como los del año anterior. Han habido razones para el cauteloso optimismo: las restricciones pandémicas se han ido suavizando progresivamente; los mercados están prediciendo tasas de interés crecientes, que históricamente han impulsado un mayor margen de interés neto; y el análisis de PwC muestra que el rendimiento de los préstamos ha tenido una mejor tendencia, que antes del COVID-19. Sin embargo, la incertidumbre geopolítica en Ucrania y en otras partes del mundo, tienen a muchos analistas reconsiderando sus alentadores pronósticos.
Empecemos por lo básico: los factores históricamente importantes pueden no ser tan relevantes para los bancos como lo fueron en el pasado. Ciertamente, en unos años, algunas firmas financieras probablemente mirarán hacia atrás, y pensarán en 2022, como el año en que su estrategia comenzó a tener sentido. Pero para muchos bancos, las señales actuales de estabilización pueden enmascarar algunos desafíos serios a futuro.
Por estos motivos, desde PwC te queremos presentar nuestra mirada, sobre lo que viene en el sector de banca y mercados de capitales: las tendencias y el panorama actual de la industria, las plataformas que los líderes pueden utilizar para ayudar a impulsar su crecimiento y algunas opciones estratégicas que están por venir.
Descubre qué valor estás agregando a tus clientes, o qué factores pueden estar haciendo que ellos cambien la relación que tienen con tu banco.
Durante la pandemia, un número creciente de personas se dieron cuenta, de que ya no iban a sucursales bancarias para depositar cheques o que ya no retiraban dinero en efectivo de cajeros automáticos. Aprendieron que los pagos electrónicos eran realmente fáciles, tanto en tiendas virtuales como entre pares. Sin embargo, este cambio en los hábitos del consumidor no sólo se ha evidenciado con respecto al dinero en efectivo: desde hipotecas y divisas hasta préstamos personales, ahorros e inversiones, los consumidores han comenzado a comprar en bancos alternativos. Por este motivo, es hora de hacerse una pregunta difícil: ¿Para qué y para quién funciona tu banco?
Algunas entidades bancarias luchan todavía con lo básico. Nuestra más reciente encuesta “Digital Banking Consumer Survey”, muestra que los clientes están más abiertos a la adquisición digital que nunca, incluso cuando esta no es una opción. Por ejemplo, entre el 20% y el 25% de los consumidores encuestados prefieren abrir una cuenta digitalmente, sin embargo, sus bancos no cuentan con las plataformas para hacerlo. Lo anterior, nos permitió concluir que a medida que los clientes se sienten más cómodos con las interacciones digitales, desean tener más servicios que añadan un valor agregado a su experiencia como usuario. Es importante recalcar, que en la actualidad, los clientes ya no se conforman con sólo poder pagar sus facturas en línea.
Desafortunadamente, los bancos que han avanzado de forma lenta hacia la incorporación de la nube en sus actividades, les ha resultado difícil añadir estas herramientas, independiente de si las compran o las construyen. Mientras tanto, los líderes del sector que se han movido mucho más rápido, han implementado productos y servicios innovadores para dirigirse a sus clientes, a través de asociaciones con tecnologías financieras y por medio, de los primeros beneficios asociados con las inversiones en nube interna. Para el próximo año, esperamos que más bancos líderes de todos los tamaños busquen oportunidades para expandirse más rápidamente, mientras avanzan hacia ofertas de clientes especializadas, mediante el uso de estos servicios basados en la nube.
Lo que más hemos aprendido durante la pandemia, y a medida que avanzamos hacia un nuevo modelo de banca digital, es que su estrategia de compromiso es importante. Como los clientes tienen menos contacto humano con su banco, cada uno importa más. Para entender mejor, la mayoría de los consumidores todavía quieren trabajar con banqueros reales, sin embargo, también quieren llevar a cabo ciertos procesos con el uso de tecnología, especialmente durante las actividades de adquisición inicial y de incorporación (siempre que sean en sus propios términos). Pero la banca “Fi-gital” (intersección de lo físico y lo digital) significa algo diferente para cada usuario. Y esto puede ser un área de atención durante 2022.
Sin embargo, mucho de esto es un desafío de la mercadotecnia. Los clientes desean cada vez más ver ofertas y servicios relevantes, que se encuentren adaptados para ellos. Aunque el sector se ha alejado del diseño de productos de tamaño único, pocos bancos tienen la capacidad de analizar lo que sus clientes realmente desean. Por ejemplo, no ayuda a muchos bancos, el hecho de que todavía luchen con los sistemas de datos creados para un tiempo y unas necesidades más simples y aisladas.
Afortunadamente, ha surgido una nueva cosecha de métodos alternativos de código bajo y sin código, como Customer Link, un producto de PwC. En el próximo año, escucharemos mucho acerca de estas herramientas, que permiten a las empresas utilizar varias fuentes de datos para ayudar a desarrollar una visión integrada, sobre cómo hacer para que cada punto de contacto del cliente cuente.
Para ofrecer más valor a partir de esos puntos de contacto, las herramientas de software y las estrategias de datos adecuadas, deben estar en tu agenda de 2022. Es cierto que es un tema siempre presente: con el paso de los años, hemos trabajado con bancos de todos los tamaños para ayudar a diseñar e implementar arquitecturas tecnológicas modernas. Sin embargo, lo que ha cambiado es el énfasis en la nube, para ofrecer conectividad siempre activa.
Para seguir siendo competitivo, tu banco debe ser capaz de proporcionar una experiencia de servicio e incorporación sin problemas en todos los canales, tanto para clientes como para empleados. Cada vez más, esto significa que se deben entablar mejores alianzas con los socios comerciales, para obtener las mejores soluciones, por lo que se requerirá un mayor énfasis en la integración. El objetivo debe ser: actualizar tu arquitectura de servicios para permitir ofertas escalables que puedan “conectar y jugar” con nuevas capacidades desde cualquier lugar, de modo que puedas ofrecer a tus clientes las experiencias diferenciadas, que tanto desean.
La presión aumenta sobre los bancos para que se conviertan en fuerzas para el bien
Si bien muchas empresas están prestando más atención que nunca a las preocupaciones ambientales, sociales y de gobierno (ESG), estos temas no son nuevos para las instituciones financieras. Los bancos toman frecuentemente decisiones, que son cruciales para la sociedad, por lo que durante mucho tiempo han luchado con cuestiones de responsabilidad social corporativa. De manera similar, las entidades bancarias han estado trabajando durante más de una década, en mejorar el gobierno y aumentar la transparencia, a raíz de la crisis financiera de 2008. Ahora, a medida que crecen las preocupaciones sobre el clima, la “E” se ha vuelto mucho más importante para las empresas financieras, especialmente a medida que, las partes interesadas se dan cuenta de cuánta influencia pueden tener los bancos en el ambiente, y de cuántas oportunidades pueden ofrecer para ser parte de la solución.
Por supuesto, la industria no ha estado esperando a que otros le digan qué hacer. Por ejemplo, la Asociación de Gestión de Riesgos anunció recientemente que un grupo de bancos líderes estadounidenses y canadienses están trabajando juntos, para encontrar formas más consistentes en que los bancos integren la gestión del riesgo climático, a lo largo de todas sus operaciones. Por ello, muchos bancos han designado a un jefe de riesgo climático, quien está bajo el director ejecutivo de riesgo, para que identifique exposiciones potenciales y ponga en marcha, el modelado y la medición de su perfil de riesgo.
Este es un paso importante, porque los riesgos físicos y de transición pueden tener un impacto mucho mayor en las instituciones financieras de lo que se cree. Por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas con actividades de préstamo, suscripción e inversión son 700 veces superiores, en promedio, a las emisiones directas de una institución financiera. Si deseas reducir la huella de carbono de tu banco, también necesitarás entender el alcance de tus emisiones financiadas.
Tanto si tu firma está asumiendo un papel de liderazgo o un enfoque puramente pragmático de los desafíos y oportunidades ESG, los datos son la clave para tener informes fiables. Los bancos tendrán que hacer más para cerrar la brecha entre las formas históricas de medir el desempeño, y los nuevos conceptos, a más largo plazo, que vienen con los factores ESG. Los datos ESG son diferentes de las métricas financieras tradicionales y pueden ser más difíciles de recopilar, gestionar, validar y difundir. Herramientas como ESG Pulse, un producto de PwC, pueden ayudarte a descubrir problemas relacionados con la disponibilidad, precisión, controles y gobierno de tus datos; para ayudarte a reducir rápidamente las brechas, mejorar las capacidades de los informes, impulsar la transparencia y construir confianza.
No se trata sólo de lo que se debe hacer; también hay una cantidad justa de interés propio involucrado, cuando los bancos se hacen más agresivos con la búsqueda de oportunidades de ingresos relacionadas con los factores ESG. Por ejemplo, la emisión global de “bonos verdes” superó los USD $500 mil millones en 2021, pero cada vez, se les pide a los prestamistas que demuestren, que los llamados bonos sostenibles representan un progreso significativo hacia los objetivos ESG.
Algunos bancos minoristas esperan diferenciar sus ofertas con productos vinculados explícitamente a los objetivos ESG. Los bancos comerciales han sido más matizados en su alcance, como en la contratación de directivos de crédito, esta acción refleja la diversidad creciente en su base de clientes. Pero las oportunidades de ingresos, pueden parecer una zanahoria o un palo: pronto, los administradores de inversiones podrían insistir en que los bancos revelen datos sobre la diversidad del personal para participar en oportunidades de suscripción. Por último, querrás estar seguro, de que estás siendo táctico con los créditos fiscales, ya que estos pueden cambiar la dinámica de una transacción. Por este motivo, PwC ha desarrollado una base de datos de incentivos para ayudar a mantenerte al día, con el creciente número de programas diseñados para fomentar un compromiso con los principios ESG.
Esperan trabajar más duro para encontrar ofertas a precios razonables y hacer que funcionen
Este ha sido uno de los mercados más activos para adquisiciones, desinversiones y asociaciones para la industria bancaria en casi una generación. Los equipos de PwC han estado trabajando día y noche ayudando a los bancos a pulir su estrategia de acuerdos; identificando formas de utilizar la tecnología, los impuestos y las sinergias operacionales, para generar más valor. Y luego han buscado dar vida a esas estrategias, desde la negociación hasta el cierre de acuerdos y más allá. Lo que estamos viendo nos dice mucho sobre lo que podría estar por delante, para los acuerdos bancarios.
Tras una caída de la actividad en la primera mitad de 2020, el mercado retrocedió. Tanto el número como el tamaño de los acuerdos (como se informó) están ahora en línea, con el lugar donde estábamos antes de que comenzara la pandemia. Hay muchos menos bancos hoy que hace 20 años, pero todavía hay mucho espacio para una mayor consolidación y más transacciones quirúrgicas. Gran parte de la actividad actual se ha reducido a una de las siguientes tres categorías:
Bancos extranjeros reevaluando el panorama bancario estadounidense.
Bancos regionales que continúan consolidándose, buscando escala.
Bancos de todos los tamaños que agregan negocios especializados para llenar las brechas percibidas.
Si bien es probable que los acuerdos de escala siguen siendo populares, muchos de estos, se basan en suposiciones sobre sinergias de costos y comportamiento de compra, que están cambiando rápidamente. Como señalamos en nuestro “Banking and capital markets: Deals 2022 outlook”, hay claramente mucho capital disponible para acuerdos, pero todo el polvo seco y la moneda de las acciones bancarias no ayudarán si las valoraciones no tienen sentido. Para el próximo año, esperamos que los bancos presten más atención al análisis de las opciones que crean valor, tanto antes como después del cierre de un acuerdo.
Para algunos, esto probablemente significará virar hacia un nuevo territorio. Esta acción implica pensar en cómo compensar a los productores clave de forma diferente, detectar las necesidades no satisfechas en un nuevo portafolio de clientes y utilizar la estrategia tributaria para desbloquear el valor oculto y convertir una oficina de gestión de integración en un agente para el cambio. Pero normalmente, hay una amplia gama de palancas que pueden convertir, lo que podría haber sido un acuerdo de infrautilización, en un acuerdo transformador, desde la mejora del desempeño hasta el reposicionamiento estratégico y la oportunidad de activos.
Junto con la compra y venta, esperamos que los bancos se muevan más agresivamente, este año, para aprovechar las asociaciones de una escala, distribución o infraestructura rápida. Para los bancos podría ser cada vez más difícil, identificar soluciones valiosas de tecnología financiera, a través de adquisiciones; y dadas las limitaciones de capital, pueden encontrar que las asociaciones y las empresas conjuntas pueden ofrecer un mejor valor. Si bien, estos acuerdos no suelen ser titulares de los negocios, pueden ser también importantes para el futuro de su banco, especialmente cuando las tecnologías financieras amplían sus capacidades para interrumpir. A partir de 2022, esperamos que los bancos líderes se concentren en tomar decisiones de asociación más inteligentes, de forma más rápida.
También estamos viendo una nueva atención regulatoria, ya que los miembros de la junta directiva de la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) han buscado comentarios públicos sobre la “Ley de Fusión Bancaria”, argumentando que el marco de revisión actual puede estar desactualizado. Hemos visto indicios de que los reguladores y otros funcionarios están cada vez más entusiastas, por evaluar las fusiones y adquisiciones bancarias sobre la base de su impacto social. En respuesta, los bancos se han mostrado más reacios a: cerrar sucursales locales en una entidad adquirida, reducir el personal de primera línea o disminuir el compromiso de la comunidad. Todos estos movimientos pueden ejercer más presión sobre la rentabilidad y el personal administrativo. Esto, a su vez, significa que es probable que veamos cómo los bancos se acercan a los esfuerzos de creación de valor y los servicios gestionados para capacidades no básicas.
Con nuevos equipos implementados, los bancos están recibiendo más atención de los reguladores y legisladores
Protección de los consumidores: El Departamento de Justicia (DOJ), junto con la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB) y la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), han iniciado una nueva iniciativa para abordar el redlining, en apoyo al objetivo de la Administración de Biden, de combatir la discriminación hipotecaria. La CFPB también ha pedido nueva información sobre los servicios de crédito “Comprar ahora, pagar más tarde” (BNPL) y, junto con la OCC, comenzarán a examinar la dependencia de los bancos en las tasas de sobregiro, lo que podría alterar la “salud financiera” de los consumidores.
Muchos bancos ya cuentan con programas implementados para abordar estas preocupaciones, incluidos varios anuncios recientes, de los grandes bancos sobre la limitación de algunas comisiones de fondos insuficientes. Aún así, querrás asegurarte de que tienes un análisis de datos adecuado implementado para satisfacer a los examinadores y, al apuntalar estas prácticas, también puedes construir más confianza con los consumidores, evitando potencialmente daños a tu reputación.
Seguridad cibernética: El crimen cibernético se ha convertido en un problema de todos, y el otoño pasado, el gobierno anunció nuevos esfuerzos para luchar contra el ransomware. Estas incluyen nuevas amenazas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro, para castigar a quienes faciliten los pagos de rescate a las partes sancionadas. Además, la Reserva Federal (FED), la OCC y la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) aprobaron una regla, que entrará en vigor en mayo de 2022 y que requerirá que los bancos notifiquen a su regulador federal primario, en un plazo de 36 horas, sobre cualquier incidente cibernético importante. Muchos bancos ya han desarrollado sistemas de reporte para identificar e informar sobre eventos rápidamente, a raíz de una norma expedida por el Departamento de Servicios Financieros de Nueva York (NYDFS), en la cual los bancos tienen hasta 72 horas para realizar estos reportes. Las firmas también deben asegurarse de que se mantienen al tanto de los requisitos normativos potencialmente superpuestos, para evaluar e informar rápidamente cualquier exposición.
Riesgo climático: Existe una discusión en crecimiento, sobre las nuevas regulaciones de la industria bancaria para ayudar a abordar el cambio climático. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dicho que es uno de los tres mayores riesgos, a los que se enfrenta el sistema financiero, y la candidata a vicepresidente, Lael Brainard, ha dicho que el análisis del escenario climático podría ser tan transformador, como los esfuerzos de prueba de estrés de la FED. El Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera (FSOC) ha emitido recomendaciones para abordar los riesgos relacionados con el clima, mientras que el NYDFS ha formado una nueva división climática. Por otra parte, la OCC ha sugerido preguntas, para que las juntas pidan y propongan un conjunto de principios sobre la gestión del riesgo financiero relacionado con el clima, y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) parece estar avanzando hacia los requisitos de divulgación climática, que afectarían a los bancos que cotizan en bolsa. Mira esta situación: puede pasar mucho en 2022.
Impuestos: Los bancos querrán mantenerse al tanto de los cambios en el panorama tributario mundial y querrán saber cómo podrían verse afectados por los cambios en las reglas de crédito fiscal extranjero. Las modificaciones propuestas por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) podrían ser implementadas por diversas jurisdicciones y entrarían en vigor para 2023. De ser así, ciertos regímenes de incentivos tributarios en Estados Unidos y en el extranjero podrían estar en conflicto con las nuevas reglas de la OCDE, dando lugar a un impuesto incremental.
Las nuevas regulaciones tributarias publicadas, a finales del año pasado, negarían créditos fiscales extranjeros para ciertos “impuestos a los servicios digitales”. Las reglas recientemente promulgadas son mucho más amplias, y pueden negar créditos fiscales extranjeros en una variedad de situaciones, donde fueron permitidos bajo la anterior ley. En respuesta, es probable que algunos bancos proporcionen a sus clientes mayores niveles de información relevante sobre los impuestos, para permitir a esos usuarios cumplir con las leyes cambiantes. Esperamos que las firmas presten especial atención en el próximo año, a la gestión del impacto de los cambios tributarios globales y actualicen los sistemas y procesos para permitir el seguimiento necesario de la información relevante.
Activos digitales: Listos o no, los legisladores también están abordando activos digitales como las criptomonedas y los tokens no fungibles (NTFs), con la SEC y la Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos (CFTC), buscando supervisar aspectos de esta categoría de activos emergentes. Es importante resaltar, que ha habido legislación estadounidense, en torno a la información tributaria sobre estos activos, y la tributación de estos mismos y los ingresos que producen, seguirá evolucionando, tanto en el país como en el extranjero.
Estados Unidos no ha sido tan agresivo como algunos países en el desarrollo de una Moneda Digital del Banco Central (CBDC). Pero incluso mientras algunos reguladores han alentado a las leyes, a frenar las llamadas monedas estables, un consorcio recientemente ha anunciado que: “lanzar una moneda estable acuñada por un banco, muestra que el mercado se está moviendo rápidamente”. De manera similar, la SEC declinó bloquear los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin, que ahora están negociando. Muchos de nuestros clientes han estado preguntando acerca de los riesgos de las criptomonedas, las implicaciones tributarias, las reglas contables y los muchos roles potenciales para las instituciones financieras.
Desde el potencial para la acción tributaria de la OCDE en este espacio, hasta los esfuerzos de la FED, OCC y FDIC para aclarar las expectativas en torno a la custodia criptográfica, el capital bancario y los estándares de liquidez, los préstamos garantizados por los activos criptográficos y más, 2022 probablemente será, sin dudas, un tiempo ocupado para los activos digitales.
El sector bancario finalmente obtiene una nube diseñada y creada para si mismo
En la mayoría de las conversaciones sobre la estrategia bancaria de hoy, es probable que los líderes de los bancos mencionen a la “migración a la nube”, ya que el 38% de los ejecutivos de servicios financieros en nuestra reciente “US Cloud Business Survey” informa que la nube es fundamental para su estrategia empresarial y crítica para el crecimiento de los ingresos. Al mismo tiempo, la encuesta también muestra que los ejecutivos no han estado obteniendo el valor que habían anticipado. Puede ser frustrante, pero no sorprendente; eso es lo que se puede esperar, de la primera fase de la modernización de la nube en una industria. Sin embargo, las cosas están a punto de ser mucho más interesantes.
Hasta ahora, las inversiones en la nube se han centrado en gran medida en los costos y, en algunos casos, en la resiliencia, con énfasis en la carga de datos; en lugar de utilizar sus propios centros de datos. Los primeros adoptantes arrendaron recursos informáticos a proveedores de servicios, lo que les ofreció costos más bajos mientras se reducía el riesgo operativo. Estos son beneficios importantes, pero han sido compensados por una ineficiencia incorporada.
Las aplicaciones bancarias diseñadas para funcionar en un centro de datos corporativo, pueden enfrentarse a compensaciones de rendimiento cuando se “levantan y trasladan” a la nube, debido a que se encontrarán modernizadas a un entorno técnico diferente.
Los líderes han comenzado a “refactorizar” sus aplicaciones, reescribiendo el código para obtener un rendimiento óptimo, en el entorno informático distribuido actual (consulta “Migración a la nube y modernización de aplicaciones explicadas”), pero pocos han llegado lejos. Muchos banqueros ven que la gestión de riesgos de datos es clave para una implementación exitosa, y han sido cautelosos al no estar en conflicto con los reguladores, con respecto a asegurar transacciones y procesos y a administrar la información de los clientes. Normalmente, vemos a los bancos elegir cuidadosamente, mover algunas aplicaciones, luego probar y aprender. Sin embargo, pueden terminar utilizando varios proveedores de servicios en la nube, que tienen diferentes fortalezas en distintos mercados. Pero esto puede llevar a implementaciones aisladas, porque hay pocas herramientas para ayudar a los bancos a gestionar y operar su huella de múltiples nubes, de una manera rentable y controlada por riesgos. A este ritmo, incluso los primeros en moverse podrían estar operando tanto en la nube como en los centros de datos locales durante años.
Afortunadamente, los bancos no tienen que hacer las mismas compensaciones de riesgo/recompensa que alguna vez hicieron, porque el entorno tecnológico y regulatorio ha avanzado rápidamente. El interrogante de comprar/construir también ha cambiado, y los bancos ahora tienen más buenas opciones sobre cómo servirán a sus clientes. Han surgido decenas de empresas de infraestructura tecnológica, con herramientas modulares que pueden utilizarse bajo demanda, para suscripción, gestión de riesgos, autenticación y prevención de fraudes, tecnología regulatoria, cumplimiento, pagos y más. Muchos pueden sustituir las capacidades de los bancos heredados y se han diseñado para ejecutarse de forma eficiente y segura “como servicio”. Esto permite a los bancos tomar decisiones más inteligentes acerca de cómo proporcionar más información a los clientes y añadir más valor, y algunos adoptantes tardíos pueden encontrar que incluso pueden dar un salto adelante de su competencia.
Lo que sigue para los bancos en la nube: La conversación pasa de “¿cómo movemos nuestros datos?” y “¿qué aplicaciones deberíamos reescribir primero?” a “¿cómo obtenemos más valor de la transformación digital?” La clave es emplear utilidades e integraciones pre integradas para reunir las docenas de funcionalidades, que hacen que un banco sea lo que es, ya sea construido o comprado: sistemas de originación, vinculados a sistemas de tesorería, negociación y cumplimiento y control. Todos ellos, son construidos específicamente para la nube. También pudimos ver el crecimiento de las ofertas de servicios gestionados, con herramientas en la nube que permiten realizar operaciones bancarias como servicio a escala. Y así es como los ejecutivos de los bancos pronto verán el valor de sus inversiones en nube: cuando el debate pase de la migración a la nube, a decisiones que diferencian a un banco de su competencia.
Los factores que hemos resaltado en el informe de este año (transformación, factores ESG, acuerdos, regulación y tecnología en la nube) pueden plantear, para el próximo año, algunas de las mayores oportunidades de crecimiento, así como algunos de los mayores desafíos. Sin embargo, estas oportunidades tendrán que ser manejadas cuidadosamente. El mercado sigue evaluando cómo gestionar las complejidades de los crecientes costos de compensación, las estrategias tributarias, la adquisición y retención de talentos, la incertidumbre geopolítica, los cambios tributarios globales, los riesgos cibernéticos y la volatilidad macroeconómica, a medida que evoluciona la pandemia. Aunque no todas son nuevas, estas se encuentran entre las principales preocupaciones de la industria bancaria, y se reflejan en la “Encuesta de CEO” de PwC de 2022.
Si bien 2022 podría ser un entorno desafiante para muchos, prácticamente cualquier banco, independientemente del tamaño o la geografía, puede beneficiarse de un enfoque más preciso en estas cinco áreas:
Uso de herramientas de transformación digital para ofrecer a sus clientes lo que más valoran.
Construcción de confianza y preparación para nuevas oportunidades de crecimiento vinculadas a los principios ESG.
Mirada a las estrategias de creación de valor para identificar acuerdos estratégicos a precios razonables.
Resintonización de sus procesos para adaptarse a un entorno cambiante para la regulación.
Salto adelante con una estrategia de la nube que puede ayudarle a hacer más, de forma más rápida.
1 Terris, Harry and Khole, Rucha. “Big US banks poised for guidance reset in Q4'21 reports after rates increase,” SNL Financial Extra, 12 de enero de 2022, consultado en Factiva el 4 de marzo de 2022.
2 Dougherty, Danny and Barnett, Andrew. “Consumer Pessimism Grows as Inflation Accelerates; U.S. consumer spending is now being tested by Omicron's persistence, waning fiscal stimulus, inflation and stock-market volatility,” The Wall Street Journal Online, 1 de febrero de 2022, consultado en Factiva el 4 de marzo de 2022.
3 Vanderford, Richard. “Big Banks Band Together to Measure and Manage Climate Risk; A consortium of 19 banks will develop standards to integrate climate risk management throughout their operations,” The Wall Street Journal Online, 12 de enero de 2022, consultado en Factiva el 4 de marzo de 2022.
4 Crosman, Penny. “Banks form consortium to mint USDF stablecoins,” American Banker, 13 de enero de 2022, consultado en Factiva el 4 de marzo de 2022.