Perfiles de los autores:
En un momento en el que las organizaciones están comenzando a tomar medidas concretas para cumplir sus compromisos Net Zero, nunca antes ha existido una mayor necesidad de aclarar cómo los mercados de carbono encajan en la estrategia global Net Zero. Si se implementan correctamente, los instrumentos de fijación del precio al carbono incentivan la descarbonización a gran escala. Sin embargo, los mercados de carbono están actualmente fragmentados y, sin intervención, esta fragmentación sólo empeorará. Una avalancha de intereses cruzados han generado fricciones no deseadas en el ecosistema de los mercados de carbono.
Hoy en día, no es del todo posible intercambiar créditos de carbono entre mercados, lo que aumenta los costos y reduce la liquidez que tanto se necesita. Entre las muchas formas de abordar estos desafíos, la implementación de estándares globales y la integración de los mercados mejorará la liquidez y acelerará la inversión para lograr mayores avances en la reducción de emisiones. El artículo 6 del Acuerdo de París es una de las herramientas más importantes para facilitar la convergencia de los mercados de carbono, sin embargo, la implementación del Artículo 6 no es fácil. Se debe determinar cómo llevar a la práctica estas acciones en los mercados de manera eficiente, cómo lograr el consenso y quién liderará.
Anteriormente, las organizaciones no asumían la responsabilidad por sus emisiones. Esto está cambiando y del debate sobre los compromisos Net Zero se ha pasado a la acción, pero se necesita una inversión significativa para fomentar la reducción de las emisiones de carbono: poner un precio al carbono apalanca los incentivos adecuados. Existen varios mecanismos de fijación de precios del carbono, incluidos los Sistemas de Comercio de Emisiones (ETS, por sus siglas en inglés), impuestos al carbono e incentivos como subvenciones o préstamos de bajo costo. A nivel mundial, existen más de 34 ETS, 36 impuestos al carbono e innumerables incentivos.
Después de superar los retos iniciales, el Régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión Europea (RCDE UE), ahora permite la descarbonización a una escala suficiente para cumplir con los objetivos climáticos. A su vez, otros países están desarrollando rápidamente sus propios ETS, el último es el ETS de Australia, programado para entrar en vigencia en 2023.
Otros países prefieren otros mecanismos. Por ejemplo, Estados Unidos ha optado por emplear los incentivos. La Ley de Reducción de la Inflación del gobierno de Biden pondrá a disposición USD $386 bn para reducir a la mitad las emisiones de carbono de EE. UU. (con línea base de 2005) hasta 2030.
Un mercado de carbono permite la venta y compra de créditos y/o derechos de emisión de carbono. Una organización con bajas emisiones puede vender sus derechos de emisión restantes a otra con mayores emisiones. Si el precio del carbono es lo suficientemente alto, las organizaciones pueden beneficiarse de las inversiones en la reducción de emisiones. Del mismo modo, las organizaciones que emiten por encima de los límites se ven presionadas financieramente para invertir en la reducción interna de carbono, acelerando la descarbonización.
Un mercado de carbono es una herramienta para lograr la reducción de emisiones que se apalanca a sí misma de manera continua, que gestiona la asignación de suministros a través de un precio establecido por el comercio del mercado. Por el contrario, los impuestos e incentivos sobre el carbono requieren un apoyo político constante, pero este apoyo puede ser vulnerable a las prioridades y políticas gubernamentales del momento.
Un mercado de carbono bien diseñado debe tener en cuenta dinámicas complejas de oferta y demanda, definir claramente los procesos de mercado y establecer un espacio para el comercio de créditos. A su vez, la participación y la educación de los grupos de interés es vital para el éxito del mercado.
Los mercados de carbono tienen debilidades. Primero, es importante recordar que su función principal es reducir las emisiones de carbono y, si bien es obvio, no es raro perder de vista este objetivo. Por ejemplo, si las metas de reducción se establecen demasiado bajas, los precios son demasiado bajos para incentivar la reducción de emisiones; si se establecen demasiado altas, se vuelven demasiado costosos e impopulares, por lo tanto, los objetivos de reducción deben tener en cuenta impactos económicos y sociales más amplios para garantizar la participación.
La gran cantidad de esquemas ha creado inconsistencias entre los mercados individuales, en parte causadas por una serie de requisitos. Existen diferentes tipos de mercados de carbono: soberano, regulado y voluntario, cada uno usa diferentes estructuras y plantean diferentes objetivos de descarbonización. Soberanos y regulados son mercados de cumplimiento, que obligan a las partes reguladas/comprometidas a cumplir objetivos de reducción; los mercados voluntarios no lo hacen y se basan en compromisos Net Zero voluntarios.
Los mercados soberanos se enfocan en el cumplimiento de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC, por sus siglas en inglés) de los países, a través de iniciativas internas de reducción que pueden ser apoyadas por el comercio de créditos de carbono internacionales, para lo cual el Artículo 6 crea un marco para hacerlo de manera confiable. Por otro lado, los mercados regulados se enfocan en lograr objetivos de reducción locales al obligar a los grandes emisores de carbono a administrar y pagar por sus emisiones. Los ejemplos incluyen el sistema de comercio de emisiones nacional de China, RGGI (Iniciativa Regional sobre Gases Efecto Invernadero), y el RCDE UE. Finalmente, los mercados voluntarios están basados en el comercio de créditos de carbono que permiten compensar emisiones bajo el marco de compromisos corporativos voluntarios Net Zero.
Estos requisitos competitivos han generado inconsistencias generalizadas en las definiciones de créditos de carbono, los métodos para cuantificar y valorar las emisiones, y los enfoques para el uso de compensaciones de carbono. Esta falta de estandarización afecta el intercambio de créditos entre mercados. Los participantes se ven obligados a comprender las complejidades de cada mercado, los costos crecientes y las ineficiencias. Adicionalmente, estos problemas afectan la liquidez del mercado, particularmente en jurisdicciones más pequeñas con pocos participantes.
Si bien se está abordando la fragmentación del mercado, todavía hay una cooperación insuficiente, sin una adopción generalizada de estándares internacionales, la heterogeneidad del mercado sólo aumentará y no se obtendrán todos los beneficios del comercio de carbono.
Los mercados de carbono son más efectivos si todos juegan con las mismas reglas: donde los créditos de carbono se definen consistentemente, los estándares de calidad son universales y el seguimiento de transacciones es coherente. Los estándares globales mejorarán la fungibilidad y la liquidez, lo que, a su vez, mejora la efectividad del mercado para incentivar la inversión en reducción de carbono.
La estandarización del mercado no es fácil de lograr. En primera instancia, se deben resolver las diferencias en los objetivos que compiten entre los diferentes instrumentos de descarbonización. Además, la alineación entre los estándares del mercado de carbono y otros enfoques de reducción de emisiones, como impuestos e incentivos se vuelve necesaria para garantizar un comercio justo, al igualar los costos asociados a políticas internacionales referentes al comercio de carbono. Finalmente, se debe considerar la equidad entre los países de ingresos altos y bajos, así como la mitigación del impacto adverso sobre los individuos y las empresas para garantizar una transición justa hacia una economía baja en carbono.
Crear un puente entre los mercados voluntarios y regulados es aún más desafiante. Si bien, el aumento en las transacciones entre estos mercados puede aumentar la liquidez, alinear los objetivos de un sistema voluntario con las obligaciones gubernamentales legalmente vinculantes será un desafío.
El consenso sigue siendo el principal obstáculo para un mercado de carbono global y eficiente. Si bien el entusiasmo a nivel corporativo y nacional ayuda, el enfoque más prometedor es a través de la operacionalización de los mercados regionales de carbono. Los mercados regionales evitan la necesidad de un consenso global y pueden aspirar a una futura convergencia global. Estos participantes del mercado pueden aprovechar los mecanismos establecidos en el Artículo 6 para alinear las NDC o contribuciones determinadas a nivel nacional entre sus participantes regionales del mercado de carbono y así llegar al cumplimiento de sus metas climáticas de una manera mucho más eficiente.
A medida que este tema importante continúa evolucionando, te invitamos a consultar futuras actualizaciones e ideas a través de este medio que muestra perspectivas continuas sobre los mercados de carbono y la fijación de precios del carbono.
Este artículo está basado en el artículo "Carbon Markets - The Regional Market Solution" publicado en PwC Global. La traducción del texto original (en inglés) publicado en pwc.com es organizada y revisada por PwC Colombia.