Latinoamérica es una región mágica, próspera y llena de vida. Es cuna de la cuenca amazónica, uno de los ecosistemas de mayor diversidad ecológica y social del mundo, que contribuye a la estabilización del clima global. Es origen de todo tipo de expresiones culturales y artísticas únicas, coloridas y vibrantes. Y concentra, al menos, un cuarto de las reservas mundiales de algunos metales estratégicos como el litio, cobre, plata y estaño, 12 % de la superficie cultivable del planeta y el 30 % de los recursos hídricos del mundo.
Sin embargo, a pesar de tanta riqueza, se enfrenta a desafíos estructurales que dificultan su materialización en prosperidad económica para su gente y la protección de los ecosistemas. La pobreza, desigualdad, transición demográfica, conflictos y migración interna, polarización y degradación ambiental son algunas de las problemáticas que aquejan a la región y que le impiden avanzar hacia un modelo de desarrollo más sostenible para la naturaleza y las personas.
En este escenario, el sector privado es y seguirá siendo un agente transformador y articulador crucial. En primer lugar, por su capacidad de impactar positivamente a la región a través de la atracción de inversión extranjera, la generación de empleo de calidad, la inversión en investigación y desarrollo, y la generación de bienes y servicios que promuevan el bienestar de su población cuidando los recursos naturales. En segundo lugar, porque el desarrollo económico de América Latina depende de la resiliencia de las empresas ante las amenazas ambientales y sociales que continuarán poniendo en jaque su crecimiento: más del 70 % de las exportaciones totales de América del Sur depende de los recursos naturales.
En el marco de la decimosexta Conferencia de las Partes –COP16– celebrada en Cali, Colombia, en el 2024, cuyos objetivos incluyen revisar los avances logrados en la implementación del Convenio sobre la Diversidad Biológica lanzado en Río de Janeiro en 1992 y aterrizar los compromisos establecidos en el Marco de Biodiversidad Global adoptado en Kunning-Montreal en 2022 (COP15), PwC, Wise Responder y la Cámara de Comercio de Cali nos unimos en un esfuerzo de poner al sector privado y a la sostenibilidad, en su sentido más amplio, en el corazón de esta conversación, porque entendemos que el avance en los compromisos con la naturaleza depende de la acción coordinada de muchos actores y de la articulación de los desafíos ambientales, sociales y económicos, vistos desde su complejidad e interconectividad.
Nos unen nuestros propósitos: desde PwC, construir confianza en la sociedad y resolver problemas importantes, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la inequidad; desde Wise Responder, poner fin a la pobreza global potenciando la acción de instituciones financieras, inversores y empresas, a través de los datos; y desde la Cámara de Comercio de Cali, potenciar la competitividad empresarial con sostenibilidad e impacto social. En el marco de dichos propósitos, invitamos a Ricardo Lozano, exministro de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, para que compartiera su perspectiva sobre el rol del sector privado en la protección de la naturaleza, reducción de la pobreza multidimensional y generación de prosperidad económica, y sobre cómo los líderes de las empresas en Latinoamérica y el mundo pueden dirigir negocios que no solamente produzcan resultados financieros positivos, sino que sean positivos también con la vida del planeta y las personas, es decir, que lideren Negocios por la Vida.
Desde esta sintonía, invitamos al sector privado en Colombia, Latinoamérica y el mundo a continuar la conversación, pero más que ello, a fortalecer la acción desde una mirada integral de la sostenibilidad contemplando las interacciones entre lo ambiental, lo social y lo económico. Nuestro futuro depende de las decisiones que estamos tomando hoy y no hay tiempo que perder.