Un camino hacia las normas de sostenibilidad
Septiembre 9, 2022
La Fundación IFRS y el GRI establecen una base de referencia que combina el valor de la empresa y los impactos ESG.
Septiembre 9, 2022
La Fundación IFRS y el GRI establecen una base de referencia que combina el valor de la empresa y los impactos ESG.
A medida que el mundo empresarial sigue abordando una amplia gama de cuestiones ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), ha surgido un debate sobre lo que las empresas deben informar y a quién. Existe un riesgo creciente de que múltiples jurisdicciones desarrollen sus propios conjuntos de normas de información, algunos centrados en los datos que son útiles para los inversores (el valor de la empresa) y otros enfocados en los informes aptos para un grupo más amplio de partes interesadas (el valor del impacto). El primero, se centra principalmente en el impacto de las cuestiones ESG en la empresa, el segundo se enfoca más en el efecto que genera la empresa, en el mundo que la rodea. Adicionalmente, ambas áreas de interés ofrecen a sus respectivos públicos, información que les ayuda a responsabilizar a las empresas de sus acciones, ya sea para mantener o crear valor, o para minimizar los impactos negativos sobre el planeta y la sociedad.
El riesgo es que las distintas jurisdicciones elaboren normas concurrentes, pero diferentes, que den lugar a marcos distintos que resulten costosos e ineficaces para las empresas, y difíciles tanto para interpretar como para aplicar, en el caso de las partes interesadas. Si bien estos esfuerzos son bienintencionados, aumentan la confusión, al añadir más ruido por la multiplicación de los informes que tienen normas y objetivos diferentes. Es posible que la solución esté al alcance de la mano, tras el anuncio de dos destacadas entidades normativas, que han determinado alinear sus respectivos enfoques y programas. El acuerdo, en forma de “Memorándum de Entendimiento” (MoU, por sus siglas en inglés), es entre la Fundación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), centrada en los inversores, y la Iniciativa Global de Información (GRI), enfocada en las partes interesadas. Su alianza se compromete a coordinar sus orientaciones y su terminología. Se trata de una simplificación potencialmente importante para el enfoque de la elaboración de normas ESG.
El MoU se alinea perfectamente con el importante trabajo que el Grupo Consultivo Europeo, en materia de Información Financiera (EFRAG, por sus siglas en inglés), ha estado realizando en coordinación con el GRI, en el marco del acuerdo de 2021, en el que se proponen crear conjuntamente nuevas normas de sostenibilidad para la Unión Europea. De hecho, el “Memorándum de Entendimiento” no habría sido posible, sin los continuos esfuerzos del grupo de trabajo del EFRAG. De este modo, ha llegado el momento de que el grupo de trabajo considere la posibilidad de asociarse con las NIIF y el GRI, para ayudar simultáneamente, a reducir la carga que suponen los informes de sostenibilidad para las empresas y a mejorar la utilidad de la información presentada a las partes interesadas. No hay necesidad de más normas; el MoU proporciona una base fundamental. Los países pueden utilizar esta agrupación de normas de referencia, para elaborar reglamentos que respondan a sus propias necesidades.
La colaboración entre el GRI y la Fundación IFRS proporciona dos pilares para la elaboración de informes internacionales de sostenibilidad. El primero son las normas de divulgación de la sostenibilidad de las NIIF, recientemente propuestas y desarrolladas por el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB, por sus siglas en inglés), que se centran en los mercados de capitales orientados a los inversores. Cuando el ISSB publique las directrices definitivas a finales de este año, constituirán la base mundial de información sobre sostenibilidad diseñada, para satisfacer las necesidades de información de los inversores a la hora de evaluar el valor de la empresa.
El segundo pilar, compatible con el primero, son las normas GRI, ampliamente adoptadas por empresas de todo el mundo, las cuales son la base globalmente consistente para la elaboración de informes de sostenibilidad, que ponen de relieve el impacto de una organización en la economía, el medio ambiente y las personas para un público con múltiples partes interesadas.
Un acuerdo para unir estos dos pilares parece una solución sensata para el debate sobre la dirección de la información relacionada con los ESG, especialmente para el vínculo entre el valor de la empresa y el impacto. Se podría argumentar que en realidad no hay ninguna diferencia práctica entre estos dos puntos de vista, y el proyecto de exposición de la norma de requisitos generales de divulgación de la ISSB, ya ofrece algunos buenos ejemplos. Al fin y al cabo, es lógico que una empresa que opera teniendo un impacto negativo en el planeta y en su personal, tendrá una aguda afectación en la propia empresa, y por ende, en el correspondiente efecto de su valor corporativo.
Por otra parte, es pertinente mencionar que a largo plazo, se alinearán las normas de sostenibilidad, el valor empresarial y el impacto. Esto reúne el trabajo de la Fundación IFRS y de GRI, creando un fundamento verdaderamente global, en el que pueden basarse los reguladores que supervisan los informes corporativos.
Esta receta para una estructura global de informes de sostenibilidad, que permite la superposición de normativas, significa que la Comisión Europea tendrá fácil acceso a un conjunto base de normas de información, que podría aplicarse para cumplir con los requisitos de la Dirección sobre Informes de Sostenibilidad Corporativa (CSRD, por sus siglas en inglés), la ley de la UE (que requiere que las empresas que cotizan en bolsa, y otras grandes compañías, divulguen datos sobre la forma en que operan y cómo gestionan los desafíos sociales y ambientales). Lo anterior, le brinda a EFRAG la oportunidad de desempeñar un papel primordial, tanto en la aprobación de las normas globales de referencia para Europa, como en el establecimiento de los requisitos que se superponen a la referencia, adaptados a las necesidades de las partes interesadas y de las políticas europeas. En consecuencia, los responsables políticos europeos podrán centrarse en lo que realmente importa: impulsar la transformación sostenible, en consonancia con el objetivo del Pacto Verde de la UE: Convertirse en el primer continente neutro, desde el punto de vista climático, para 2050.
Finalmente, los informes de alta calidad aportan la transparencia necesaria para generar confianza con todo tipo de partes interesadas. Pero esa transparencia debe centrarse en lo que los inversores y otros miembros vinculados necesitan saber, para evaluar el rendimiento de una empresa en una serie de aspectos, incluidos los económicos, medioambientales y sociales. El “Memorando de Entendimiento”, creado entre la Fundación IFRS y GRI, hace precisamente eso: combina el trabajo de las dos organizaciones, centrándose en las múltiples partes interesadas, para aportar un nivel holístico de supervisión y responsabilidad. También puede capacitar a los inversores para asignar capital a las empresas que gestionan el riesgo y trabajan con el propósito de generar valor sostenible. Y por último, puede facultar a otras partes interesadas para decidir si compran, venden o trabajan para una compañía. De este modo, la información logra impulsar la transformación empresarial necesaria, para abordar estas cuestiones vitales a las que se enfrenta el mundo de hoy.