Estrategia y toma de decisiones

Los nuevos desafíos en la auditoría de estados financieros consolidados


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Autores

Maritza Correa Monsalve

Maritza Correa Monsalve

Directora de Auditoría,
PwC Colombia

Al ser designado como auditor externo o revisor fiscal de una compañía que prepara estados financieros consolidados, se asume la responsabilidad de emitir una opinión sobre si dichos estados están libres de errores materiales. Sin embargo, esta responsabilidad se amplía cuando los estados financieros consolidados no solo incluyen información financiera de la compañía matriz o consolidadora, sino también la de otras compañías y/o entidades, denominadas componentes, que además pueden ser auditadas por otros auditores o estar ubicadas en otros países.  

En este sentido, ¿es responsabilidad del auditor la razonabilidad de la información financiera de todos los componentes del consolidado? ¿cuál es el alcance y la responsabilidad cuando la información financiera es auditada por otra persona y/o Firma? ¿qué aspectos son necesarios considerar en una auditoría sobre los estados financieros consolidados? Las Normas Internacionales de Auditoría (NIA) 220 (Revisada) y NIA 600 (Revisada) aclaran este y otros puntos, indicando que el auditor encargado de opinar sobre los estados financieros consolidados (en adelante denominado auditor del grupo) es responsable de dirigir, supervisar y revisar el trabajo de auditoría no solo de la entidad matriz, sino también de los componentes que integran el consolidado. 

Estas normas refuerzan la idea de que el equipo a cargo de la auditoría debe incluir a todos los auditores que trabajen en el grupo, incluidos los de los componentes. En este sentido, quien lidera la auditoría de un grupo debe tomar la responsabilidad sobre los auditores de los componentes que integran los estados financieros, así como de gestionar y garantizar la calidad en todo el proceso. 

Responsabilidad del auditor del grupo 

Antes de aceptar la designación, el auditor debe evaluar la conformación del grupo y de los componentes, identificar quién los audita y determinar qué nivel de intervención es necesario en la auditoría de los componentes. Además, según la NIA 600 (Revisada), el auditor debe asegurarse de que puede obtener evidencia suficiente y adecuada para formar una opinión sobre los estados financieros consolidados. 

Frente a estructuras de consolidación grandes o complejas, es importante definir el alcance de la auditoría de manera que se enfoque en los componentes que son significativos o presentan riesgos elevados. No es necesario auditar el 100 % de los componentes, pero sí evaluar la importancia de cada uno. Los componentes cuya información financiera tiene un impacto significativo en los estados consolidados deben ser auditados con mayor profundidad, mientras que los de menor relevancia pueden recibir una atención más limitada. 

Como parte de la valoración de riesgo a realizar sobre el componente, es pertinente considerar la complejidad de las estimaciones contables, cambios en los negocios, transacciones inusuales, fraudes, deficiencias de control interno, entre otros. Esto permite identificar cuáles componentes requieren un mayor alcance en la auditoría.

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¿De qué manera se asume la responsabilidad sobre el trabajo de auditoría realizado, si los componentes deciden tener otro auditor? 

Aunque otro auditor sea el responsable de la auditoría de un componente, el auditor del grupo sigue siendo responsable de dirigir, supervisar y revisar el trabajo. Por ello, es importante que utilice su juicio profesional para determinar que tanto puede confiar en el trabajo ejecutado por el otro auditor o si es necesario intervenir en las definiciones y estrategias con mayor detalle. Además, es importante realizar una evaluación de la idoneidad del auditor, en la que se consideren aspectos como su competencia, conocimiento, independencia y acceso a los papeles de trabajo. 

Esto permitirá establecer cuál será la profundidad o alcance de las acciones que deberá llevar a cabo el auditor del grupo. En caso de que el auditor de un componente no cumpla con los requisitos mínimos, el auditor del grupo deberá asumir la auditoría de ese componente, aunque esto puede representar reprocesos, duplicar esfuerzos y aumentar los costos. 

Dirección

El proceso de dirección implica definir y guiar los aspectos de la auditoría de los componentes para asegurar que se cumpla con los requisitos necesarios para emitir una opinión sobre los estados financieros consolidados. Esto incluye el análisis constante de la significatividad y riesgo de los componentes, la emisión de instrucciones detalladas, en caso de que la auditoría sea ejecutada por una persona diferente, y la organización de reuniones con cierta periodicidad. 

Además, NIA 600 (Revisada) hace énfasis en la necesidad de una oportuna y transparente comunicación de dos vías entre los auditores del grupo y los auditores de los componentes.

Es importante tener presente que, los procesos de dirección, supervisión y revisión de la auditoría de los componentes deben llevarse a cabo durante todas las etapas de la auditoría, actualizando constantemente las evaluaciones realizadas y manteniendo una comunicación constante con los auditores respectivos, con el fin de determinar de forma oportuna los impactos en la opinión que se emitirá sobre los estados financieros consolidados. 

¿Qué ocurre si los estados financieros incluyen el método de participación para reconocer inversiones?

La aplicación del método de participación para medir las inversiones requiere utilizar información financiera de la entidad en la que se tiene participación, como su utilidad neta y patrimonio. Es fundamental asegurarse de que esta información esté libre de errores significativos. Por ello, debe analizarse con el mismo rigor que los demás componentes de los estados financieros consolidados.

Esto implica realizar un análisis de riesgos y significatividad sobre la información financiera de la inversión. Dicho análisis determinará la naturaleza, el alcance y la oportunidad de las acciones de dirección, supervisión y revisión que debe llevar a cabo el auditor responsable de emitir la opinión sobre los estados financieros que aplican el método de participación.

En conclusión, las Normas Internacionales de Auditoría (NIA 220R y NIA 600R) refuerzan la obligación y responsabilidad de los auditores al emitir dictámenes sobre estados financieros consolidados o aquellos que utilizan información financiera de otras entidades para el reconocimiento y medición posterior de inversiones.

Estas normas buscan gestionar y minimizar el riesgo de que errores materiales en los componentes se incorporen en la preparación de los estados financieros. Para ello, establecen lineamientos claros que los auditores deben seguir en cada etapa del proceso de auditoría, asegurando un análisis riguroso y la aplicación de procedimientos adecuados.


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