Conducir por cualquier ciudad principal del mundo durante la hora pico revela la necesidad de repensar la movilidad. En la Encuesta Voice of the Consumer 2024 de PwC, los encuestados a nivel global expresaron su impaciencia por ver acciones concretas frente a esta situación. Los consumidores desean innovaciones en el diseño de automóviles, el transporte público y la movilidad en general.
Por lo tanto, y de acuerdo con la encuesta, existe la necesidad de políticas y normativas más inteligentes y, sobre todo, de una oferta de movilidad mejorada para los usuarios. En cuanto al transporte público, esto implica ofrecer un servicio confiable y mejores experiencias. Casi tres cuartas partes de los consumidores están dispuestos a utilizar el transporte público si mejora la infraestructura, y seis de cada diez apoyan la idea de un centro urbano libre de vehículos y el uso de drones para entregas, con el fin de reducir el tráfico.
Una de las principales conclusiones de la encuesta es que, aunque los motores de combustión interna están perdiendo popularidad, el 89 % de los consumidores encuestados planea seguir conduciendo en los próximos tres años. Sin embargo, el tipo de automóvil que eligen está cambiando rápidamente: el 47 % considera la opción de un vehículo híbrido, incluyendo el 8 % que ya posee uno. Además, el 32 % de los encuestados estaría dispuesto a considerar un vehículo eléctrico, mientras que el 16 % aún no ha evaluado estas opciones más ecológicas.
La preocupación por el cambio climático influye significativamente en estas decisiones. El 85 % de los consumidores se siente inquieto por el calentamiento global con cierta frecuencia y el 28 % lo hace a diario. Entre los millennials, la preocupación es aún mayor, con un 32 % que manifiesta inquietud diaria sobre este tema.
Los consumidores preocupados por el clima, aquellos que han experimentado los efectos del cambio climático y se preocupan por él a diario, tienen un mayor interés en los vehículos híbridos y eléctricos. El 82 % de estos consumidores afirma que consideraría adquirir uno de estos vehículos en los próximos tres años, en comparación con el 70 % del grupo general.
Así mismo, este estudio revela un notable optimismo hacia los vehículos autónomos. Aproximadamente uno de cada cuatro encuestados se siente muy cómodo con el uso de estos para desplazamientos laborales, entregas de mercancías y viajes locales.
Desde una perspectiva demográfica, las generaciones mayores son menos propensas a considerar la compra de un vehículo híbrido o eléctrico, y muestran menor comodidad con los vehículos autónomos. Por otro lado, los consumidores de la generación Z son más propensos a decir que no planean conducir.
Un hallazgo clave de nuestra encuesta es el fuerte deseo de los consumidores por encontrar soluciones a los problemas de tráfico. Casi tres cuartas partes de los encuestados aseguran que utilizarían el transporte público si su área contará con mejores infraestructuras. Aproximadamente el 60 % apoya la idea de crear centros urbanos libres de vehículos, y un porcentaje similar confía en el uso de drones para la entrega de paquetes, con el fin de reducir el tráfico. Además, casi la mitad estaría dispuesta a pagar un impuesto de congestión para contribuir a la disminución del tráfico en las ciudades.
Los millennials, aunque están de acuerdo con estos temas, son más propensos a evitar conducir (15 %, frente al 12 % del promedio general) y a expresar preocupación por el cambio climático.
Estas conclusiones destacan la necesidad urgente de que los gobiernos tomen medidas proactivas. Es poco probable que las fuerzas del mercado por sí solas logren una adopción generalizada de una movilidad más sostenible y cómoda. Para fomentar la adopción de vehículos eléctricos e híbridos, por ejemplo, es crucial implementar redes de recarga accesibles y disponibles, estandarizar los adaptadores entre diferentes modelos de automóviles y simplificar los sistemas de pago.
Además, los gobiernos pueden acelerar el desarrollo de vehículos autónomos mediante incentivos financieros para las empresas que desarrollen esta tecnología y ofreciendo entornos de prueba controlados.
Del mismo modo, los planificadores urbanos deben ir más allá del diseño tradicional de calles para crear zonas céntricas más habitables y adecuadas para los peatones. Esto a menudo implica considerar los costos indirectos de los vehículos privados en las ciudades, como el tiempo perdido en el tráfico, las emisiones de CO2 y la necesidad de parqueaderos.
Aunque algunos tradicionalistas puedan resistirse a estas reformas, son esenciales para construir ciudades más vivibles, mejorar el transporte y promover un planeta más saludable. La movilidad es un área clave donde la acción gubernamental puede tener un impacto profundo en la vida diaria de los ciudadanos, influyendo directamente en la confianza que estos tienen en sus autoridades.
Este artículo está basado en el artículo “Consumer perspectives on the future of mobility” en PwC Global. Esta versión es organizada y revisada por PwC Colombia.