Para las empresas y las organizaciones de todo tipo, la inteligencia artificial (IA) generativa presenta innumerables oportunidades para generar valor a escala, impulsar la productividad y, con el paso del tiempo, transformar funciones, modelos de negocio e industrias. Pero para llevar adelante una gestión efectiva, construir confianza y entregar resultados sostenibles hace falta una IA responsable.
La IA generativa es un tipo de inteligencia artificial que nos permite crear, mejorar, sintetizar y analizar datos no estructurados, como textos, código, voz, imágenes o videos. Ejemplo: ChatGPT. Para las organizaciones, los casos de uso son múltiples ya que este tipo de datos son los que conforman la mayor parte de la información relevante. Pero como con cualquier tecnología emergente también hay nuevos riesgos potenciales.
Algunos de estos riesgos pueden provenir del uso que la organización le da a la tecnología, y otros de parte de actores maliciosos. Para administrar ambos tipos de riesgos y aprovechar al máximo las oportunidades que presenta la IA generativa se necesita una IA responsable. Esta se refiere a una metodología diseñada para el uso ético y confiable de la inteligencia artificial. Siempre ha sido importante, pero ahora es fundamental en el surgimiento de la IA generativa.
Mediante comandos en lenguaje sencillo, se puede ordenar a la IA generativa que cree códigos de software, análisis de datos, textos, videos, voces humanas y espacios en el metaverso, entre otros. Cada vez más personas, no sólo científicos de datos, usan la IA generativa para brindar valor a escala. Impulsa la productividad, apoya la toma de decisiones de las personas y reduce costos. Algunos casos de uso en la actualidad incluyen:
La IA generativa está lejos de ser perfecta. Intenta predecir la respuesta adecuada a una indicación o solicitud, en función de sus algoritmos o conjuntos de datos. Sus resultados pueden ser muy útiles, pero es posible que sean similares a "un primer borrador". Es probable que deba verificar este borrador y analizar su calidad, para luego modificarlo según corresponda. A veces, la IA generativa también puede producir resultados irrelevantes, incorrectos, ofensivos o legalmente problemáticos — en parte, porque los usuarios no brindan las indicaciones correctas a los modelos de IA generativa y, por otro lado, debido a la naturaleza creativa de estos modelos. También están surgiendo nuevos riesgos cibernéticos, que incluyen la habilidad de actores maliciosos de usar estas tecnologías para generar datos falsos y facilitar otros ataques cibernéticos a escala.
La IA responsable puede gestionar riesgos y generar confianza en la IA generativa. Bien implementada, aborda los riesgos al nivel técnológico (fallas de rendimiento, seguridad y control) y a nivel empresarial (uso ético, transparencia de los moedlos, privacidad, propiedad intelectual y cumplimiento). No obstante, la IA responsable debe ser una parte fundamental de su estrategia de inteligencia artificial para ser eficaz.
Si actualmente tu organización cuenta con un programa sólido de IA generativa, tus iniciativas de gobierno corporativo posiblemente ya hayan identificado varios de los nuevos desafíos de esta nueva tecnología. De todos modos, existen áreas y pasos clave por considerar a la hora de aplicar IA responsable en un entorno tecnológico que evoluciona rápidamente.