En una reciente conversación con la Chief Information Officer de una importante empresa de salud sobre la IA generativa, expresaba una larga lista de problemas que le preocupaban: protocolos de riesgo, desarrollo de casos de uso, ciberseguridad, ética y prejuicios, formación y desarrollo, entre otros. Después de unos minutos, le pedimos que diera un paso atrás y se preguntara: “¿Tengo claro lo que quiero lograr con la IA y por qué? En otras palabras, ¿tengo una estrategia para empezar con la IA generativa?”. Estas preguntas detuvieron a la CIO, llevándola a convocar una serie de reuniones con líderes clave y, en última instancia, con la junta directiva, para crear un conjunto más claro de objetivos.
Estamos solo en el principio, porque ahí es exactamente dónde nos encontramos con la IA generativa. No fue hasta noviembre de 2022, cuando el lanzamiento al público de ChatGPT cautivó la imaginación del mundo. Desde entonces, las compañías se han esforzado por seguir el ritmo y el potencial que ven en esta nueva aplicación tecnológica de uso general. Algunas empresas lo están haciendo mejor que otras, y es un buen momento para evaluar las compañías que ya están aprovechando la IA generativa para obtener beneficios y avanzar. Este grupo inicial de empresas, de todos los sectores, enfrenta una serie de retos que explicamos a continuación:
Están gestionando la tensión entre la necesidad de ser prudentes y mitigar los riesgos, y la importancia de actuar con rapidez para aprovechar las nuevas oportunidades emergentes.
Están alineando su nueva estrategia de IA generativa con las estrategias digitales y de IA existentes, para que sean estas últimas las que guíen su rumbo en lugar de empezar desde cero.
Están pensando en grande y fomentando la experimentación en sus organizaciones, con un enfoque en identificar casos de uso que se puedan escalar.
En lugar de simplemente buscar formas de mejorar la productividad, están analizando estratégicamente sus opciones para aprovechar los incrementos en la productividad.
Están estudiando el impacto en sus colaboradores, en las funciones y en el desarrollo de habilidades, determinando la mejor manera de preparar a los colaboradores para que aprovechen las nuevas herramientas disponibles e incluirlos en el viaje hacia la IA generativa de la organización.
Se han dado cuenta de que, con una tecnología con tal capacidad de disrupción, asociarse y colaborar con sus ecosistemas puede ser una vía verdaderamente transformadora para replantearse radicalmente sus cadenas de valor y su modelos de negocio.
En muchos casos, estos desafíos surgen sobre la marcha y no están planificados, lo cual es adecuado para esta etapa del ciclo de adopción de la IA generativa. Igualmente, los líderes y las empresas están aprendiendo en el proceso.
Existe un fascinante paralelismo entre el entusiasmo y la ansiedad que genera la IA en el mundo empresarial. Al mismo tiempo que el aumento de la capitalización de mercado de las compañías líderes en IA generativa muestra la oportunidad que, desde el punto de vista financiero supone para los inversores y para los mercados. Algunos expertos han hecho saber su angustia acerca de las posibles consecuencias que podrían surgir a medida que aumente el alcance de la IA. Del mismo modo, en muchas empresas que conocemos, existe una negociación entre los directivos, que tratan de aprovechar rápidamente el potencial de la IA generativa para obtener ventajas competitivas, y los responsables técnicos, jurídicos y de otro tipo, que se esfuerzan por mitigar los posibles riesgos. Aunque esta tensión, cuando se gestiona eficazmente, puede ser sana, también hemos visto lo contrario: desacuerdos que, en algunos casos, conducen a la parálisis y, en otros, al descuido, con grandes costes potenciales.
La rápida mejora y la creciente accesibilidad a las capacidades de la IA generativa tienen implicaciones significativas en los esfuerzos de digitalización. Al fin y al cabo, el principal resultado de la IA generativa es digital: datos, activos y conocimientos analíticos digitales, cuyo impacto es mayor cuando se aplica y se utiliza en combinación con herramientas, tareas, entornos, flujos de trabajo y conjuntos de datos digitales existentes. Si se alinea la estrategia de IA generativa con el enfoque digital, los beneficios pueden ser enormes.
Los miembros de la C-Suite de una compañía del sector financiero ampliaron la primera fase de prueba de una iniciativa de IA generativa, inicialmente liderada por el departamento de Capital Humano, al resto de la organización. Este escalado es fundamental para las compañías que deseen aprovechar el potencial de la IA generativa y supone un reto por al menos dos razones. En primer lugar, la gran variedad de posibles aplicaciones de la IA generativa a menudo da lugar a una amplia gama de iniciativas piloto. Estas son importantes para reconocer su valor potencial, pero pueden generar un fenómeno en el que “el todo es menos que la suma de las partes”. En segundo lugar, el compromiso de la alta dirección es fundamental para una verdadera escalabilidad de los proyectos, ya que frecuentemente se requieren perspectivas estratégicas y organizativas transversales.
La capacidad de la IA generativa para encontrar información relevante, realizar tareas repetitivas de manera rápida e integrarse con los flujos de trabajo digitales existentes permite que el aumento de la eficiencia y la productividad sea casi instantáneo, tanto en los distintos departamentos funcionales como en el conjunto de la organización.
La IA generativa ha impulsado la concientización y el interés de muchos directivos en los aumentos de productividad, que las empresas pueden aprovechar de tres maneras:
Aumentar la calidad, el volumen o la velocidad con la que se producen bienes y servicios, generando un mayor rendimiento, en términos generales, a partir del mismo nivel de insumos.
Mantener constante la producción y reducir la mano de obra para reducir costes.
Combinar ambas opciones.
Independientemente de la ruta de productividad que se decida, es esencial tener en consideración su impacto en la fuerza laboral y abordarlo desde el principio para garantizar el éxito de las iniciativas. La 15ª Encuesta Anual de CEOs PwC Interaméricas reveló que el 82% de los líderes cree que aumentará la eficiencia en el tiempo de trabajo de sus colaboradores este año. Sin embargo, nuestra encuesta Encuesta de Esperanzas y Miedos de la Fuerza Laboral 2024 menciona que el 55% de los empleados afirman que su eficiencia en el tiempo de trabajo ha aumentado. Por otro lado, 77% de los colaboradores considera que la inteligencia artificial va a generar oportunidades para aprender nuevas habilidades y otro 72% dice que les ayudará a mejorar su calidad de trabajo. Numerosos estudios han demostrado que los colaboradores adoptan con mayor facilidad lo que crean conjuntamente, poniendo de relieve la necesidad de situar a las personas en el centro de una estrategia de IA generativa.
Un análisis reciente de PwC ha encontrado que las empresas con una estrategia de ecosistema clara tienen muchas más probabilidades de superar a las que no la tienen. Es importante que, cuando experimente con la IA, mire más allá de su organización: ¿Sabe cómo piensan aprovechar esta tecnología sus proveedores, prestadores de servicios, clientes y otros socios para mejorar su propuesta de servicios? ¿Qué implicaciones tiene para su estrategia inicial el uso que ellos hagan de la IA? ¿Impondrá nuevas condiciones y exigencias? ¿Podría una colaboración más estrecha en materia de IA generar nuevas oportunidades para desarrollar propuestas más sólidas?
Los casos de uso han surgido varias veces al describir estas prioridades. Esto tiene sentido, porque la IA generativa es una tecnología de uso general, adecuada para una enorme variedad de actividades empresariales. No es de extrañar que las empresas que lideran su desarrollo hagan hincapié en la búsqueda de aplicaciones inteligentes y específicas. Pero también en este caso es importante subrayar que aún es demasiado pronto.
La IA generativa dará lugar a innovaciones empresariales revolucionarias que hoy escapan a nuestra imaginación. Esto hace que las estrategias y prioridades de los primeros días de la IA, como las que hemos descrito, sean aún más importantes. No sólo producirán beneficios empresariales a corto plazo, sino que también fortalecerán y generarán una valiosa experiencia que preparará a las empresas de hoy a conseguir avances mucho mayores en la innovación de productos, procesos y servicios.
Bismark Rodríguez
Socio Líder Regional de Consultoría, PwC Interaméricas