Imagina navegar un barco en medio de un océano impredecible; sin un mapa claro y sin sistemas de dirección precisos, el riesgo de naufragar es inevitable. En el dinámico mundo de las finanzas, la estabilidad y el crecimiento de una entidad financiera dependen, como en la analogía que precede, un buen plan de navegación y, en gran medida, de una gestión adecuada del capital que permita aguantar las tormentas. Igualmente, las entidades financieras necesitan herramientas y directrices claras para transitar en el complejo entorno financiero. En escenarios como el que ilustramos, e incluso algunos más calmados, aquí es cuando son necesarias reglas como las establecidas por la Circular SB: CSB-REG-202300018, emitida por la Superintendencia de Bancos de la República Dominicana, que establece los lineamientos para la elaboración del Informe de Autoevaluación de Capital (IAC).

El informe ICAAP no es solo un requisito regulatorio; es una herramienta fundamental para evaluar y gestionar tus riesgos, planificar el capital y asegurar la estabilidad a largo plazo. La preparación oportuna del IAC no solo es necesario para cumplir con los plazos establecidos y evitar sanciones, sino que también es esencial para una gestión y cuantificación de riesgos entendible desde el más alto nivel de la organización. Según la circular, las entidades deben remitir el IAC a más tardar el 30 de abril de cada año, con información correspondiente del 31 de diciembre del año anterior. Se emitió una circular que ha extendido el plazo para la remisión del primer IAC, la nueva fecha límite es el 30 de abril de 2025. Además, deben preparar un cronograma detallado y reportar el avance en la implementación al 10 de enero de 2025.

El IAC debe reflejar una evaluación integral de riesgos, la gestión de dichos riesgos, los controles internos, y la planificación del capital. La participación del Consejo y la Alta Gerencia es fundamental, ya que su involucramiento asegura que el informe esté alineado con la estrategia global de la entidad.

Para asegurar que el IAC cumpla con los requerimientos mínimos, es crucial considerar los siguientes aspectos como tareas pendientes de cara al cierre de año, involucrando a la auditoría interna:

  • Verificar si el IAC es consistente con la estrategia y plan de negocios de entidad para los próximos años.
  • Identificar deficiencias y debilidades significativas y desarrollar planes de acción relativos a la planificación del capital.
  • Evaluar los cambios en el perfil de riesgo de la entidad.
  • Implementar mejoras en la organización interna.
  • Actualizar los objetivos y métricas de medición del capital.
  • Planificar mejoras en la gobernanza, la gestión de riesgos y los controles internos.Implementar mejoras en la política de riesgos y en las herramientas de gestión de riesgos.
  • Corroborar que los escenarios de estrés sean plausibles y evaluar si existe correlación entre los riesgos identificados.
  • Incluir una explicación sobre cómo dichos riesgos incorporan una visión prospectiva de la economía (ciclo económico y entorno macroeconómico).
  • No olvidar la integridad de los datos, sobre la cual fueron construidos tus modelos.

Estas tareas no solo ayudan a cumplir con los requisitos regulatorios, también proporcionan una guía clara para mejorar continuamente la gestión del capital y los riesgos.

El proceso de preparación del IAC debe comenzar con un resumen ejecutivo que incluya los objetivos del informe, los principales hallazgos del proceso de autoevaluación, y una descripción de la metodología utilizada. Además, debe presentar una visión general de la estrategia de la entidad, la política de planificación de capital, y la estrategia de pagos de dividendos.

La sección de antecedentes debe incluir datos financieros e históricos relevantes, como la rentabilidad, los dividendos, el capital primario y secundario, y el índice de solvencia. Estos datos permiten identificar tendencias y prever implicaciones futuras para la entidad.

El resumen actual y proyectado de posiciones financieras y capital es otra sección crítica del IAC. Aquí, la entidad debe explicar su situación financiera actual, cualquier cambio en su perfil de negocio, y las proyecciones financieras futuras. Esta información es vital para la planificación estratégica y la gestión del capital.

Finalmente, la evaluación de capital debe incluir una revisión detallada de la posición de capital de la entidad, cubriendo aspectos como la composición del capital interno y los requerimientos de capital mínimo establecidos normativamente.

Conclusión

Con la preparación oportuna y adecuada del Informe de Autoevaluación de Capital no solo se cumple con los requisitos regulatorios, sino que fortalece la gestión de riesgos y la planificación estratégica de la entidad, asegurando su estabilidad y crecimiento a largo plazo. Es fundamental que las entidades financieras sigan avanzando con prontitud y diligencia en este proceso. La estabilidad y el futuro de la institución dependerá de una gestión proactiva y bien planificada del capital. Actuar ahora y asegurar el cumplimiento de los lineamientos regulatorios es clave para mantener la confianza de las partes interesadas y asegurar el crecimiento sostenido de tu entidad.

Autor: Raúl De Gracia Saraceni
Gerente Senior de Advisory Riesgos Financiero (FRM)
 

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