Gobernanza y/o transformación digital

Como pilar esencial para el desarrollo y la sostenibilidad de las economías globales, y como acelerador en la adopción de soluciones digitales tras la pandemia de COVID-19, las empresas y los gobiernos han recurrido a la tecnología como un motor clave para una gestión integral orientada al futuro.

Una definición clave de la gobernanza digital se refiere al empleo de tecnologías de la información y la comunicación para optimizar la gestión y prestación de servicios de manera ágil y eficiente. Su implementación es fundamental para fomentar y consolidar un mundo cada vez más interconectado, transparente y accesible.

Los datos presentados muestran una tendencia creciente

Según el artículo del World Economic Forum, “Future of Jobs Report 2025”, las empresas con sede en América Latina y el Caribe esperan una mayor digitalización, un enfoque más fuerte en cuestiones laborales y sociales, y mayores esfuerzos hacia la mitigación del cambio climático para impulsar el cambio en el mercado laboral durante el período 2025-2030. Las brechas de habilidades en el mercado laboral, las culturas organizacionales y las regulaciones obsoletas son los principales obstáculos percibidos para la transformación empresarial en la región, cada uno destacado por aproximadamente el 50% de los encuestados. El ochenta por ciento de las empresas espera que el desarrollo de talento mejore en los próximos cinco años, superando los promedios globales. La gran mayoría de los empleadores en la región planea responder a la brecha de habilidades mediante la mejora de las habilidades de su propia fuerza laboral (84%), acelerando la automatización de tareas (81%) o contratando personal con nuevas habilidades (68%).

Reflexión

Imaginemos que, apenas un par de años después de una pandemia, todavía existía el temor de que los robots pudieran reemplazar a los humanos y que los procesos automatizados pudieran afectar el mercado laboral. Este mismo temor lo vivieron las empresas que, al decidir prepararse y elaborar su plan estratégico de tecnología, se vieron obligadas a incluir la transformación digital en sus agendas. A pesar de sus procesos análogos, tuvieron que salir de su zona de confort e invertir miles de dólares para ponerse al día con la tecnología y evitar ser desplazadas por modelos que ya habían cambiado hace años. El miedo y la resistencia al cambio habían impedido que estas organizaciones adoptaran las innovaciones necesarias para mantenerse competitivas.

Para llevar a cabo una transformación efectiva, es crucial comenzar con una evaluación exhaustiva de la madurez digital actual y la deseada. Esto permitirá desarrollar modelos de negocio personalizados que faciliten la realización de pruebas o prototipos, cuyos resultados puedan ser medidos. Posteriormente, se deben identificar las capacidades necesarias a través de las dimensiones estratégicas definidas, con el fin de estructurar una hoja de ruta que proporcione la arquitectura adecuada para la transformación.

Implementar este proceso de manera ágil, utilizando el enfoque Refleja-Refina-Prueba, permite a las organizaciones desarrollar un esquema de gobernanza y transformación digital adaptado a sus necesidades específicas. Esto ayuda a minimizar el riesgo de realizar inversiones y proyectos que no se alineen ni se integren con los planes estratégicos actuales y futuros.

Este esquema de gobernanza parte desde la alta gerencia, para alinear conceptos y entender cuál es la visión que ayude a realizar un diagnóstico integral de las capacidades digitales, así como de las iniciativas de innovación de la organización.

Un resultado de esto puede ser el “perfil de madurez” de la organización, con el que podemos estructurar cuáles serían las posibles brechas digitales, considerando puntualmente su negocio y las tendencias.

Consideraciones finales

Es crucial realizar un mapa estratégico digital que defina el camino a seguir mediante decisiones estratégicas para transformarse digitalmente, tomando como base su modelo de negocio y tendencias regionales de éxito. No basta con dejarlo en su plan; es necesario realizar el debido monitoreo de su implementación final.

Los pasos pueden ser escalonados, pasando de un modelo híbrido, que es un negocio tradicional con procesos parcialmente digitalizados, hacia un modelo orquestado y automatizado con una propuesta de valor controlable, impulsada por la integración y los datos relevantes a la arquitectura de operaciones.

La transformación comenzaría con la incorporación de nuevas tecnologías digitales en nuestro mapa estratégico, integrándolas en el negocio para responder a las cambiantes expectativas de los clientes. Estas expectativas abarcan desde un aumento en la disponibilidad digital hasta la consistencia en la experiencia del cliente a través de todos los canales existentes.

Un mundo cada vez más interconectado requiere de más funciones de negocios automatizadas y de profesionales capacitados que logren enfocarse más en la toma de decisiones estratégicas y menos en los procesos del día a día.

Después de estas implementaciones, es fundamental estructurar un modelo de gobernanza digital que centralice un centro de excelencia. Este modelo debe gestionar de manera robusta los riesgos y la información, abarcando el desarrollo, la implementación, la operación y la mejora continua.

Por Luis Ramos, Advisory Senior Manager en PwC República Dominicana | Febrero 2025

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