
Be well, work well se trata de comportamientos y hábitos cotidianos que alimentan nuestras cuatro dimensiones de energía: física, emocional, mental y espiritual, que han demostrado ayudarnos a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, tanto personal como profesionalmente. El Habit Bank está destinado a proporcionar inspiración para los hábitos que pueden darte energía en cada dimensión. Para maximizar tu éxito, te recomendamos que te concentres en comenzar solo dos hábitos nuevos a la vez y que intentes mantenerlos durante al menos 21 días ¡Es la mejor manera de lograr que se mantengan! Comparte tus hábitos elegidos con un amigo y ayuda a los demás a ser responsables.
Personales: hábitos que te ayudan a sentirte con energía, renovado y más productivo.
En equipo: hábitos que te benefician a ti y a tus compañeros de trabajo.
Ganancias rápidas: hábitos que pueden ayudarte a priorizar tu bienestar en tan solo cinco minutos.
Es tu fuente fundamental de energía; tu gasto energético debe equilibrarse con una renovación de energía intermitente, para que puedas rendir al máximo de manera sostenible.
Mejora tu bienestar físico con estos hábitos individuales, en equipo y de ganancia rápida.
Los proyectos generalmente toman el tiempo que está programado o más, rara vez menos. Lo mismo ocurre con las reuniones. Mantén las reuniones rápidas, concisas y eficientes estando de pie para reuniones breves. Estar de pie crea una sensación de urgencia, manteniendo las reuniones sobre el tema y al grano. Un beneficio adicional: estarás más concentrado y comprometido.
Discute la importancia del sueño y los horarios preferidos para dormir y despertar. Esto fomentará la consideración de programar reuniones tempranas o tardías: fechas límite, vuelos, etc., para que todos satisfagan sus necesidades de energía física ¡Sólo no lo uses como una forma de intentar programar más en un día!
Cuando estás ocupado y las fechas límite se acercan, es fácil perder la noción del tiempo o el poder, pero saltarse comidas conduce a una menor productividad, irritabilidad, fatiga y falta de concentración. Prioriza las horas de comida bloqueando el tiempo en tu calendario.
Elige bocadillos con alto contenido en proteínas magras y bajos en azúcar y carbohidratos simples (por ejemplo, nueces crudas sin sal, zanahorias o palitos de apio, hummus, etc.) para mantener tu energía durante todo el día.
Los científicos han descubierto que incluso una deshidratación leve puede provocar una disminución de la capacidad cognitiva y un impacto negativo en el estado de ánimo y la resistencia. Así que no olvides beber ocho vasos de agua al día (2 litros). Mantén un vaso de agua en tu escritorio y rellénalo cada hora - ¡también es un recordatorio para levantarte y caminar! - o usa una botella de agua grande para controlar tu consumo diario de agua.
Si te sientes cansado, estresado o inquieto en el trabajo, puedes encontrar alivio en un lugar bastante inesperado: el ejercicio. Según este blog, los empleados que hacen ejercicio durante la jornada laboral son más productivos, más felices y tienen más energía que los que no lo hacen. Tómate un descanso y mantente activo, incluso si solo estás de pie dando una vuelta una vez cada una o dos horas.
Comprométete a dormir de siete a ocho horas por la noche. Una hora más de trabajo no vale una hora menos de sueño. Te sentirás más saludable, más productivo y cultivarás mejores relaciones.
Haz de tu dormitorio una zona serena, cómoda y sin dispositivos. Añade un nuevo ritual: una taza de té de hierbas, una ducha caliente o un baño de burbujas, unos minutos de lectura - ¡nada de suspenso! - o meditación. Un sueño de calidad te prepara para tener un día más productivo. Al final, terminarás haciendo más cosas y te sentirás menos estresado.
¿Te despiertas cansado?, ¿tienes problemas para conciliar el sueño? Haz un seguimiento de tu sueño para ver cómo puedes cambiar tus hábitos para promover una noche de sueño más prolongada y reparadora. Ten en cuenta cuándo te acuestas y cuándo te despiertas, los medicamentos o suplementos que estés tomando y la ingesta de cafeína. Con el tiempo notarás tendencias que te revelan los hábitos que debes cambiar; como no tomar café después de las 3 p.m.
Si tienes dificultades para conciliar el sueño porque no puedes relajar tu mente, coloca una libreta de papel y un bolígrafo junto a la cama. Cualquier cosa que te preocupe antes de irte a dormir, escríbela. Haz lo mismo si tiendes a despertarte muy temprano. Esta es una forma poderosa de calmar tu mente, liberando memoria en tu cerebro para que puedas dormir mejor por la noche.
Si descubres que estás comiendo demasiado o te saltas comidas con demasiada frecuencia, registra tus hábitos alimenticios durante una semana. Controlar qué, cuánto y cuándo comes es el primer paso para cambiar tus hábitos alimenticios.
Haz que tu viaje sea respetuoso con el medio ambiente y reduce tu huella de carbono yendo en bicicleta al trabajo al menos dos veces por semana.
Programa un entrenamiento en tu calendario y házlo realidad. Empezar a sudar tiene una gran variedad de beneficios para la salud, como reducir los niveles de estrés y aumentar la energía, lo que te ayuda a mantenerte concentrado y sentirte positivo.