Un programa eficaz de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) depende siempre del giro y la estrategia particular de la empresa, mientras más se enfoque en esta última, más exitoso y sostenible en el tiempo será.
Según nuestra reciente Encuesta de Empresas Familiares, tres de cada cuatro organizaciones familiares mexicanas realizan una actividad RSC, en comparación con el 68% a nivel global. Para asegurar que dichas acciones se lleven a cabo, las compañías en México utilizan diversos métodos, por ejemplo: 55% las integra a su estrategia; 52% a la administración familiar, y 40% al gobierno corporativo y los estatutos de la sociedad.
Cuando los programas de RSC no se alinean a los objetivos de la organización, se vuelven meramente filantrópicos. Y la tendencia actual en el entorno empresarial es que este tipo de actividades adquieran un sentido más profundo y específico. Se trata de generar un liderazgo responsable, lo cual significa crear conciencia entre los diversos grupos de interés sobre temas relevantes para la industria y las comunidades en las que operan.
Por otro lado, las actividades de RSC ayudan a las empresas a conocer su mercado y a entender las necesidades del entorno, lo cual les produce dos beneficios principalmente: el primero es que pueden planear acciones de RSC de mayor impacto, y el segundo es que les permite descubrir posibilidades en el mercado para desarrollar nuevos productos y servicios.
Si las empresas definen y transmiten con claridad su propio valor y conocen su negocio y mercado, entonces tendrán acceso a mejores oportunidades y podrán realizar actividades de RSC más enfocadas.
Medir el impacto social de las actividades de RSC es complicado, ya que se necesitan proyectos de muy largo plazo, por lo menos cinco años de implementación continua. Una forma sencilla de hacerlo es sumarse a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, que buscan a través de la colaboración entre gobierno, sociedad y sector privado, alcanzar ciertas metas de desarrollo social como: cero-hambre, educación para todos, diversidad e inclusión, etc.
Incluso hay un capítulo específico para que las empresas colaboren para alcanzar los ODS: el UN Global Compact, en el que cada empresa que se suma se compromete a contribuir para alcanzar diferentes objetivos. Existen también índices por industria como el Dow Jones Sustainability Index o los Principles for Responsible Investment, para el sector financiero.
Estos instrumentos ayudan a medir impacto en materia de inversión responsable, estrategias de negocios y temas de capital humano.
Respecto al cumplimiento interno, una forma de asegurar la implementación de los objetivos del programa de RSC, es apegarse a los presupuestos asignados, demostrando así transparencia y el compromiso de la compañía hacia la sociedad.
Sin embargo, para las empresas familiares el tema más importante siempre será su modelo de gobierno interno, ya que al ser un negocio familiar es necesario que las decisiones se tomen de manera objetiva y consensuada. Un buen gobierno corporativo genera mucha confianza y la transparencia necesarias para responder a las exigencias de la sociedad en general.
Otra medida que puede reforzar el programa de RSC es fomentar las actividades de voluntariado en horario laboral, esto es relevante para que la empresa transmita un mensaje de coherencia y confianza. Además, de esta forma, contribuye a empoderar a los colaboradores y refleja una buena imagen al exterior, fortaleciendo la comunicación y la relación con los grupos de interés.
En suma, las acciones de RSC deben tener siempre un componente muy importante de trabajo en equipo, ya que enfrentan a los individuos a realidades que generan empatía hacia el entorno. También contribuyen a crear un círculo virtuoso de compromiso: si la empresa se compromete con la comunidad, el colaborador se compromete con la organización y la comunidad se beneficia generando un ambiente de confianza.
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