Los desafíos del mundo de hoy han llevado a las organizaciones a ser flexibles y adaptarse de manera constante a nuevas formas de trabajo. Es por esto que el contexto actual ha demostrado la importancia de replantearse dónde y cómo se lleva a cabo el trabajo.
La flexibilidad laboral y la implementación del trabajo a distancia son valorados y percibidos de forma muy positiva por los colaboradores y son elementos clave para promover su eficiencia y productividad. Como empleadores es esencial adaptarse a estas nuevas dinámicas para encontrar la forma de trabajo más óptima que beneficie a toda la organización.