El concepto de deterioro contable es reciente y viene con la aplicación de las normas internacionales de contabilidad. Como sabemos, para el cálculo de la provisión del deterioro, es necesario efectuar la clasificación de los activos en generadores y no generadores de efectivo, aspecto señalado en la respectiva norma y, resulta relevante, la debida clasificación para efectuar el reconocimiento y la medición del deterioro exigido.
Nuestros comentarios se enmarcan, principalmente, en la normatividad aplicable a las entidades y empresas del sector público, siendo la fuente de información, los marcos normativos, resoluciones y guías expedidos por la Contaduría General de la Nación.
Deterioro del valor de los activos generadores de efectivo: Es una pérdida en los beneficios económicos futuros de un activo, adicional al reconocimiento sistemático realizado a través de la depreciación o amortización, por tanto, refleja una disminución en los beneficios económicos futuros que el activo le genera a la entidad que lo controla.*
Deterioro del valor de los activos no generadores de efectivo: Es la pérdida en su potencial de servicio, adicional al reconocimiento sistemático realizado a través de la depreciación o amortización. *
La definición de las políticas contables, son de gran importancia teniendo en cuenta que son la carta de navegación para el adecuado registro de las operaciones contables. Por esta razón, es fundamental revisarlas y actualizarlas de tal forma que respondan a la realidad económica del ente que emite los estados financieros.
Por consiguiente, las entidades deben identificar los respectivos indicios de deterioro de sus activos de acuerdo con lo estipulado en la definición y orientación de sus políticas que incluyen el concepto de Materialidad como uno de los factores para tener en cuenta.
De manera resumida, una vez efectuada la clasificación, identificamos los indicios de deterioro soportados en cambios normativos, avances tecnológicos, situación física, tipo de uso, comportamiento de los mercados, entre otros. Esta información o insumo básico, es aportado por las áreas técnicas o expertos en el conocimiento y uso del correspondiente activo, a las áreas financieras y contables, con el fin de proceder con los registros y reconocimientos contables para su posterior reflejo en los estados financieros.
En consecuencia, es necesario proporcionar el entendimiento e integración de las áreas técnicas y contables, la existencia y cumplimiento de procedimientos claros y oportunos, de tal forma que la entidad visualice, fácilmente, la existencia de información ajustada a su realidad económica como elemento de transparencia, de rendición de cuentas y de respuesta a la ciudadanía y a entes externos; además de la valiosa utilización interna para el seguimiento, la retroalimentación y la toma de decisiones.
Además de su complejidad para el cálculo y relación con otros procesos y cuentas contables, es importante anotar que uno de los inconvenientes para el reconocimiento y medición del deterioro es el recelo de los administradores para adelantar su identificación en los diferentes activos por cuanto llega a significar una disminución del patrimonio que puede ser interpretado como una deficiente gestión, así como a intervenciones de los entes de control con posibles observaciones y hallazgos.
En gran parte de las entidades, sus activos están destinados a un servicio público, de manera gratuita y acorde al objeto misional. Por esta razón, el proceso que nos lleva al cálculo de esta provisión debe sustentarse e indicarse correctamente en las notas de los estados financieros.
Si bien es cierto que la norma fue expedida con anterioridad, su aplicación por primera vez genera inquietudes y subjetividades, que se superan con un apropiado entendimiento de la normatividad, la claridad en las políticas contables, los procedimientos, apoyo técnico de especialistas y adecuados soportes de información focalizándose siempre en lo verdaderamente importante como es la emisión de estados financieros que respondan a la situación real de la entidad.
PwC ha venido acompañando a diferentes entidades en sus procesos de capacitación, implementación, aplicación de los marcos normativos expedidos por la Contaduría General de la Nación, al igual que en la revisión y ajuste de sus políticas contables; las operaciones y registros atendiendo las orientaciones del ente rector en esta materia, aunado a la experiencia de la Firma y de sus profesionales en la dinámica de las operaciones del sector público, metodologías y tecnologías modernas.
Seguiremos compartiendo nuestras experiencias y respondiendo las inquietudes que a bien consideren.
(*) Información obtenida de la Contaduría General de la Nación