Los directores de sostenibilidad se benefician sin duda de la creciente urgencia ocasionada por el auge de las prácticas ESG. Pero su influencia puede ser limitada. Un estudio reciente de 1,640 empresas realizado por Strategy&, la división de consultoría de PwC, descubrió que alrededor del 80% de esas empresas tenían algún tipo de función responsable de sostenibilidad. Pero solo el 30% tenía un director de sostenibilidad formal. El 50% restante tenía un director de sostenibilidad con un mandato limitado, lo que llamamos un "director de sostenibilidad light", basado en la naturaleza de su función o en su posición general en la jerarquía corporativa, con las empresas en el grupo de directores de sostenibilidad light informando que sus oficiales están dos o más niveles jerárquicos por debajo de la junta directiva. Las empresas del sector de bienes y productos de consumo son las que tienen más funciones formales de directores de sostenibilidad, lo que no es de extrañar si se tiene en cuenta la gran atención que los medios de comunicación y las redes sociales prestan a las cuestiones de sostenibilidad en los sectores de la alimentación y el textil, por mencionar solo dos de ellos.
En la actualidad, los equipos de sostenibilidad, liderados por el director de sostenibilidad, suelen empujar al resto de la empresa a ser más sostenibles. Pero a medida que las cosas avanzan y las prácticas ESG empiezan a influir en todas las partes de la empresa, otras secciones de la organización adquirirán su propia experiencia en materia de sostenibilidad. Aunque no es una "varita mágica", existe una fuerte correlación entre tener un director de sostenibilidad y avanzar en cuestiones medioambientales. Como parte de nuestro estudio, revisamos las calificaciones ESG otorgadas a 1,455 compañías por la empresa de datos de mercado Refinitiv; de las empresas que obtuvieron una calificación A, el 98% tenía un ejecutivo responsable de la sostenibilidad.