Con miras a un mejor futuro, gobiernos, sociedad y otras partes interesadas demandan que las organizaciones tengan un propósito para resolver los desafíos más importantes del mundo actual, como mitigación del cambio climático, reducción de la desigualdad y aumento de la transparencia.
Sin embargo, el cumplimiento de los criterios ESG o ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) va más allá de la responsabilidad social corporativa: es una oportunidad de crecimiento y creación de valor a largo plazo.
Los consejos de administración tienen un rol fundamental para implementar una agenda ESG que asegure el crecimiento y creación de valor en sus empresas a largo plazo, en un nuevo escenario de negocios que genera riesgos y oportunidades, los consejos de administración tienen un rol fundamental para implementar una agenda ESG que asegure el crecimiento y creación de valor en sus empresas a largo plazo.
Las macrotendencias, como el cambio climático, la migración poblacional a centros urbanos, la disrupción tecnológica y la desigualdad en la distribución del ingreso han sido factores determinantes para que los criterios ESG sean relevantes para la toma de decisiones de los inversionistas y las compañías.
Mientras que el concepto de responsabilidad corporativa busca integrar un código de convivencia y responsabilidad social, el concepto ESG incluye, además, asuntos medioambientales y de gobernanza que se incorporan dentro del modelo de negocios y en la estrategia general de la empresa.
Es fundamental que los consejos de administración analicen cómo implementar los criterios ESG, promoviendo la sostenibilidad, en la estrategia de la empresa. Entablar conversaciones sobre cómo acelerar este proceso, ya sea modificando la compensación a los ejecutivos o supervisando la ejecución de la estrategia y su composición, puede ser un primer paso.
La adopción de métricas ESG también juega un papel crucial, ya que podrían representar la obtención de créditos con las tasas preferenciales otorgados por instituciones financieras. Con ello, se reconoce la importante labor para mejorar las perspectivas de continuidad de las empresas en general.
Para implementar una estrategia ESG sólida, es fundamental que los consejeros consideren los siguientes aspectos relacionados con el gobierno corporativo:
Formar grupos de trabajo o subcomités para analizar con profundidad los criterios ESG y garantizar su integración efectiva
Proponer la modificación de los esquemas de compensación a los miembros de la alta dirección, incorporando métricas no financieras ESG que estén alineadas con la estrategia corporativa y promuevan la sostenibilidad
Desarrollar un plan de capacitación para que los consejeros comprendan mejor los riesgos vinculados a ESG y estén preparados para tomar decisiones informadas
Desarrollar mecanismos de medición de información no financiera en relación con la satisfacción del cliente, seguridad, calidad y motivación de los colaboradores, aspectos clave del gobierno corporativo
Mantenerse actualizados ante nuevas regulaciones locales, nacionales e internacionales, como la aprobación de la Ley General de Economía Circular, para asegurar el cumplimiento normativo y la adaptación a los estándares en evolución
Los Principios de Gobierno Corporativo del G20 y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) aportaron información para evaluar y mejorar el marco legislativo, reglamentario e institucional del gobierno corporativo.
En términos generales, los principios buscan divulgar con transparencia la información que los usuarios de la información financiera requieren, incluyendo los riesgos previsibles, así como los sistemas de seguimiento y gestión correspondientes.
En términos fiscales, hemos observado una reconfiguración del cumplimiento fiscal en los últimos años. Estos cambios representan desde una mayor normatividad para impedir estrategias que erosionan la base gravable hasta la implementación de impuestos “verdes”, que buscan inhibir prácticas dañinas al medio ambiente.
Las empresas y los consejos de administración necesitan generar mecanismos para desincentivar prácticas como la planificación fiscal agresiva que perjudica los objetivos ESG y, en consecuencia, daña la relación con gobiernos y sociedad.
Reducir la rotación de personal
Mejorar la participación de mercado por la preferencia de clientes que buscan proveedores sustentables
Disminuir costos de operación que permitan acceso a créditos preferenciales
Incrementar el valor de mercado y capitalización de empresas públicas y privadas